Este 8 de diciembre se ha vivido con intensidad a lo largo y ancho de los cuatro puntos cardinales de nuestra geografía en lo que a religiosidad popular se refiere, en torno a la conmemoración del Dogma de la Inmaculada Concepción de María.
En la Hermandad de la Esperanza de Huelva ha tenido lugar la Función Principal de la Inmaculada, dando comienzo a las 11:00h en su Capilla. A su finalización, en torno a las 12:00h la Banda de Cornetas y Tambores de la Expiración “Salud y Esperanza”, perteneciente a la propia corporación onubense, ha brindado un maravilloso concierto a las puertas del templo.
Como es tradicional, la excepcional banda onubense ha estrenado una nueva marcha en tal jornada. Una marcha que, además, ha destacado de sobremanera, titulada “Hijo de la Esperanza”, obra de los prestigiosos compositores Javier Cebrero y Alberto González.
Una marcha que fue compuesta durante una época tan necesitada de Esperanza como fue el inicio más duro la pandemia, y que está dedicada al Santísimo Cristo de la Expiración, talla que recientemente ha sido restaurada por Pedro Manzano.
La marcha ha sorprendido a propios y extraños, con un nivel de exigencia altísimo prácticamente desde el comienzo, teniendo un desarrollo cargado de contrastes, viniendo a esbozar una composición de corte solemne sin perder un ápice de espectacularidad y derroche de cornetería, especialmente en su parte final. Una obra que, a buen seguro, sonará al mismo cielo tras el Cristo de la Expiración el próximo Miércoles Santo.
Además, han sonado otras marchas, como “La Misericordia del Padre”, “Un Nuevo Renacer”, “Purísima” o “El último Suspiro”, que han venido a dejar a las claras que el proyecto de la Banda de Cornetas y Tambores Expiración “Salud y Esperanza” va muy en serio, y tiene visos de convertirse en toda una referencia a nivel andaluz.