Crónica de mi Madrugá en primera persona

¿Por qué hacéis esto?, ¿Qué ganáis sembrando el pánico?, ¿Por qué provocáis carreritas?. Estas son algunas de las preguntas que no paran de rondar por mi mente cuando la pasada Madrugá del Viernes Santo me cogieron dos ¨carreritas¨ en la calle Orfila ante el paso de la Hermandad del Silencio. No es la primera vez que las carreritas provocadas por los 3 o 4 listos de turno (por llamarlos educadamente de alguna forma) alteran la noche más esperada del año. Desde que era pequeño con tan solo 7 años, hubo una imagen que a día de hoy no olvido y es la de la Madrugá del año 2000 en la que vi por la televisión un nazareno de la Hermandad de los Gitanos con un estandarte creo que sacramental, corriendo por unos palcos que creo que eran los de Campana. Pasan los años y al parecer en 2005 y 2009 suceden otros episodios de carreritas. Yo pensaba ¨qué miedo que me pille una carrera de esas¨, me da que escupí arriba y me cayó en todo lo alto.

En el año 2015 fui como viene siendo habitual en mí en estos años, a Sevilla para disfrutar de su Jueves Santo y Madrugá. El Jueves Santo transcurrió como siempre espectacular y la Madrugá fue también una noche magnífica pero sobre las 4 y algo de la madrugada hubo una situación que lo alteró todo y me puso en alerta. Me encontraba justo en la esquina de la calle Aponte con la Plaza de la Concordia para ver a la Madre y Maestra de las Hermandades y Cofradías que es El Silencio. Al fondo desde la calle Javier Lasso de la Vega visualizaba ya la silueta del portentoso Jesús Nazareno que se atribuye a Francisco Ocampo en torno al año 1609 cuando de pronto sin venir a cuento me veo mucha gente y un bosque de cruces de los nazarenos que venían hacia a mí como si se tratase de la estampida de los ñus del Rey León. Aunque después siguiera disfrutando de la Madrugá, ese incidente me sobrecogió aunque lo que decía era ¡¡Mi cámara!! en fin… ironías del momento.

Un año después en 2016, fue una Madrugá totalmente plena y tranquila gracias al alto despliegue de seguridad y no hubo incidentes parecidos. Llegamos al presente 2017 y el Lunes Santo me entero de un caos por carreras ante el Señor de Málaga, Nuestro Padre Jesús Cautivo justo cuando se acercaba a la Tribuna de los Pobres al menos por lo que yo ví en las redes sociales y la televisión lo que salía de la carrera ese punto emblemático de la Málaga Cofrade. Madrugá 2015 es lo que pensé nada mas ver esas imagenes. ¿Quien me iba a decir que lo ocurrido en 2015 y lo del Lunes Santo en Málaga iba a volver a fastidiarme la noche más mágica del año junto a la de Reyes?

Como viene siendo habitual en mí, cuando el reloj marca en torno a las 4 de la madrugada me dirijo a la zona de San Andrés por donde el año pasado vi entrar en la calle Daoíz al Silencio. Aprovechando que había hueco, este año me coloqué en la calle Orfila muy cerca de la Capilla de la Hermandad de los Panaderos. Se hace el silencio, la Madre y Maestra de la Semana Santa se acerca. Esperando al Señor, veo de pronto a alguien corriendo despavorido y el mar de capirotes de ruán negro se abre y todos nos pegamos contra la pared.

No sabía que pasaba y me puse muy alerta aunque el cortejo volvió a la normalidad pero al poco rato de pasar por delante de mí el paso de Jesús Nazareno, en el cortejo que precede al palio de María Santísima de la Concepción, se vuelve a repetir lo mismo pero con algo de mayor intensidad. Ya no valían las alertas, ya estaba totalmente alterado con crisis nerviosa y echo una furia porque directamente me cabreó lo que estaba pasando porque por la experiencia de los otros años ya sabía de que se trataba.

He de confesar que a pesar de todo ambas carreras no me fueron como la del 2015 que esa fue mucho peor ya que aquí al menos tenía la ventaja de que estaba pegado a la pared. La actitud de los hermanos del Silencio por lo que vi fue totalmente ejemplar echándose a la pared evitando males mayores e incitando a la calma del público. El pánico se desata puesto que según oigo por al lado al parecer se han producido mas carreritas. En 2015 pasó con Silencio y Gitanos, este año ha sido con todas y en Reyes Católicos se llevaron la peor parte produciéndose hasta cuatro carreritas. Macarena en Carrera Oficial, Los Gitanos y Calvario poco después de salir y Gran Poder por la Plaza del Triunfo. El caso fue que sobre las 4 y algo de la mañana sorprendieron a todas estuvieran donde estuvieran.

¿El motivo de ello? Pues lo de siempre, 3 o 4 que no les gusta esto y para matar el aburrimiento siembran el pánico y más en la situación de alerta en las que nos encontramos. Si no os gusta la Semana Santa hay otras cosas que se pueden hacer como ir a la playa, al campo o fuera a donde uno quiera pero si no os gusta respetad, no sembrad el pánico, ¿es una travesura? pues no tiene ninguna gracia, no es justo que por una jugarreta hayan personas heridas, con crisis nerviosas y ataques de ansiedad porque nos afectó a todos, público, cofrades, devotos, nazarenos, músicos etc… Esto no debe volver a ocurrir y espero que esto sirva para reforzar muchísimo más la seguridad y que se tomen medidas más serias para evitar altercados y sustos como los que esta madrugada hemos sufrido muchas personas que lo único que queríamos y queremos es disfrutar de esta noche mágica.