Portada, Sevilla

Diario de Cuaresma (XXVI): Estrella Sublime

Extracto del Pregón de la Semana Santa de Sevilla

José Sánchez Dubé. Año 1970

El Pregonero dedica su fragmento a la Virgen de sus amores, la Valiente, la Estrella de Triana.

La Señora cruza el puente cada Domingo Ramos para iluminar de fe y amor a Sevilla. Dubé lo describe a través de las vivencias junto a ella mientras cae la noche del día más hermoso del calendario.

Luminaria trianera

Y precediendo con su luz al peregrinante Pueblo de Dios, como signo de vida cierta y de consuelo hasta que llegue el día del Señor, Sevilla te hace Estrella de la mañana:

Mis labios quedan suspensos, Estrella para cantarte, se me hace un nudo en el pecho y solo atino a rezarte Ante ti, Madre mía, luminaria de mi vida y de mis afanes, permitid cofrades que me postre a sus plantas.

Al término de este quehacer, y en la víspera ilusionada de un nuevo Domingo de Ramos, en la noche fría de San Jacinto, cuando todos han marchado y permanecemos en guardia y oración hasta que amanece el día, un mudo diálogo se eleva hasta tu trono.

El cansancio nos invade, el sueño ha huido, tu mirar nos sostiene: tu rostro, Madre mía, cambia de expresión, lo sabemos tus hijos; nuestras preocupaciones y nuestras alegrías se reflejan en él, y tu expresión nos señala, una y otra vez, el camino.

A veces, Madre, no sabemos interpretarlo, ni seguirlo, porque nuestros pasos son torpes, o nuestra menta se ofusca.

Hoy, en este mañana, agotado por el esfuerzo, me presento ante ti con las manos vacías. Cualquier acierto tenlo Señora, como muestra de gratitud y alabanza del pueblo de Sevilla.

¡Estrella de la mañana, ruega por nosotros, ruega por Sevilla!