Córdoba

“El hermano gemelo de Jesús de las Penas”

Hablar de Juan Martínez Cerrillo es pronunciar uno de los nombres esenciales de la Semana Santa cordobesa del siglo XX. Un imaginero indispensable para comprender la evolución y la revolución que experimentaron las hermandades de la ciudad de San Rafael en el período de posguerra y sin cuya presencia sería imposible entender la realidad actual de la Córdoba cofrade. Nacido en Bujalance en 1910, Juan Martínez Cerrillo fue un artista multidisciplinar. Pintor, guadamecilero, restaurador, imaginero e incluso diseñador, son algunos de los calificativos que pueden acompañar la influencia de uno de los artistas más importantes del siglo XX en Córdoba. 

La obra de Martínez Cerrillo, que supera las sesenta imágenes marianas y casi cuarenta de Cristo, se halla repartida por la provincia de Córdoba y por diversos puntos de España y países como Bélgica, Argentina, Venezuela y Panamá. A pesar del espectacular impacto que su gubia ha supuesto para la religiosidad popular contemporánea de la ciudad de San Rafael, la obra de Juan Martínez Cerrillo se halla diseminada por todo el universo cofrade, con especial incidencia, además de en la sede de la diócesis, en el resto de la provincia de Córdoba. 

Es el caso de la localidad donde vino a la vida, Bujalance, donde existen varias imágenes nacidas de su inconfundible capacidad creativa y la innegable destreza de su faceta imaginera, siempre bajo su particular visión tanto de la imagen del Salvador, dotada bajo su mirada de una singular dulzura que siempre atempera la pasión sufrida, como de su concepción personal de Virgen niña que se reproduce prácticamente en toda su obra, con ejemplos marcadamente representativos que a todos nos vienen a la cabeza. Es tanta su producción que resulta lógico encontrar imágenes que guardan entre sí evidentes similitudes. Por ello no resulta sorprendente al espectador apreciar semejanzas palpables al observar detenidamente la imagen que encabeza este artículo.

A la izquierda Nuestro Padre Jesús de las Penas, titular cristífero de la Hermandad de la Esperanza de San Andrés, una corporación íntimamente ligada, sentimental y artísticamente, con la figura del inmortal imaginero, de cuya junta de gobierno formó parte y cuya influencia, más allá de la evidente por haber sido autor de sus dos titulares, trasciende de la imaginería habiendo dejado su impronta en toda la fisionomía de la cofradía durante décadasA la derecha Nuestro Padre Jesús Rescatado, titular de la Hermandad de la Vera Cruz de Bujalance, tallado curiosamente en 1954, el mismo año en el que realizó la talla de Jesús de las Penas, popularmente llamado El Gitano, lo que en buena lógica influyó en la concurrencia de unas similitudes derivadas de unos rasgos perfectamente reconocibles en virtud de su estilo inconfundible y que se aprecian en otras de sus obras.

El Rescatado de Bujalance es una talla realizada para ser vestida, por lo que sólo presenta completamente anatomizados la cabeza, las manos y los pies. Fue sometida a una restauración integral por el artista de Villa del Río (Córdoba), Sebastián Montes Carpio, en 2010. Tal y como el propio Montes explicó en La Hornacina por aquél entonces, la imagen se encontraba en un lamentable estado de conservación por el deterioro del paso del tiempo, la actuación de los agentes atmosféricos y la mala calidad de los materiales con los que estaba realizado.

De todas las patologías que presentaba la talla, la más destacable era la de su inestabilidad, debido a la mala estructura que componía el interior de la escultura, y el vencimiento de los ensambles de los pies a la peana, lo que hacía peligrar la integridad de la imagen, sobre todo en su salida procesional. En cuanto a las partes anatomizadas y policromadas, presentaban numerosas fisuras, lagunas de policromía y desafortunados repintes posteriores. Por todo ello la imagen fue sometida a una resanación integral que logró salvarla, incluyendo la eliminación de todo tipo de repintes, llegándose a retirar hasta tres capas de polícromía, sutituyéndola por una nueva, basada en la primitiva, ya que se encontraba en lamentables condiciones, siguiendo en todo momento la línea pictórica de Martínez Cerrillo.

La mano de Sebastián Montes ha permitido que Nuestro Padre Jesús Rescatado, imagen a la que el pueblo de Bujalance profesa una gran devoción, sobreviva al paso del tiempo, permitiendo al pueblo cofrade apreciar la huella imperecedera de la creatividad de Cerrillo en esta imagen que por su indiscutible paralelismo, muchos denominan el “hermano gemelo de Jesús de las Penas”.