Como ya avanzamos el pasado 10 de noviembre en Gente de Paz, la Hermandad de la Cena ha elegido al Hermano Mayor de la Estrella y capataz del Misterio de Nuestro Padre Jesús de la Redención, Juan Rodríguez Aguilar para pronunciar el XI Pregón del Costalero que organiza la corporación de Poniente para la Cuaresma de 2017, tomando el relevo de Rafael Giraldo Abad, compañero de martillo en su hermandad, que diera su pregón el pasado año. Así, se da la curiosa circunstancia de que el testigo pasará del responsable de la cuadrilla del palio de Nuestra Señor de la Estrella a las manos del capataz de la del misterio de la misma Hermandad. Una cita en la intervendrá una vez más la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Fe de la Sagrada Cena y que tendrá lugar el próximo 18 de marzo a las 20:30 en la Iglesia de la Magdalena.
Juan Rodríguez Aguilar, cofrade de la Estrella, Merced, Caridad y otras corporaciones penitenciales tanto de la provincia como del resto de la Comunidad Autónoma se declara un ferviente enamorado de la Semana Santa, sobre todo de la de Córdoba. Ocupa el cargo de hermano mayor de la Estrella desde diciembre de 2014 con el objetivo fundamental de intentar “aportar lo que pueda apoyado en su junta y para hacer lo posible para que la Hermandad continúe subiendo como hasta ahora ha hecho”. Hermano de la corporación de la Huerta de la Reina desde 1987, es capataz del paso de misterio, compaginándolo con el cargo de máximo representante de la misma, aunque tal y como reconoció en una reciente entrevista concedida a nuestro medio, se siente más capataz que hermano mayor. Es el único capataz que ha guiado el caminar del Señor de la Redención desde su primera salida procesional. Anteriormente, Rodríguez formó parte del equipo de Antonio Ruf, al que considera su maestro, en el misterio de la Coronación de Espinas de la Merced. Con Ruf fue costalero y dio sus primeros pasos vestido de negro.
Para Rodríguez Aguilar, que será presentado por nuestro compañero Pachi Giraldo, capataz del Nazareno de San Sebastián de los Ballesteros y auxiliar en el paso del Cristo de la Buena Muerte y el paso del Cristo del Amor, un costalero tiene que saber lo que lleva sobre su cabeza, considerando que no todo el mundo está capacitado para meterse debajo de las trabajaderas ya que un costalero tiene que tener claro donde se va a meter, estando preparado físicamente pero, sobre todo sentir lo que uno lleva arriba ya que “es lo que hace apretar para arriba cuando el Señor aprieta para abajo, cuando las trabajaderas aprietan para abajo”.
Estas son sus reflexiones a una pocas horas de enfrentarse con el atril y abrirse de par en par para transmitir su visión personal, única e intransferible sobre el mundo del costal, su realidad, sus problemas y sus fortalezas. No pierdan detalle.
¿Cómo afrontas la responsabilidad de pronunciar el Pregón del Costalero?
Con mucha ilusión y respeto. Si digo la verdad no me siento merecedor de ello. Pero tengo la necesidad de poder exponer mis sentimientos sobre el mundo del costal, al que respeto y aprecio. Pienso que después de tanto tiempo voy a poder transmitir lo que para mi modesta opinión es la figura del costalero. Por ello doy las gracias a la hermandad de la Cena por la oportunidad que me han dado
¿Qué sentimientos han vuelto a tu memoria al preparar el pregón del costalero?
Han sido muchos, muchas vivencias personas , muchos amigos , algunos ya nos protegen desde la gloria , muchos momentos buenos y también desagradables, creo que en más de treinta años es normal que haya de todo.
“El mundo del costal es una forma de vida para mí”
El pasado mes de septiembre, en una entrevista concedida a esta casa indicaste que te sentías más capataz que hermano mayor. Después de la intensidad que ha vivido la hermandad que presides en los últimos meses ¿sigues pensando igual?
No trata de sentirse más de una cosa que de otra, se trata ser un servidor más de Nuestra Hermandad y estar al servicio de Nuestros Sagrados Titulares en todo aquello que necesiten. No dejan más que ser etapas de servicio hacia Ellos. Al mundo del costal llevo dedicado mucho más tiempo y si me confieso os puedo decir que me apasiona. Es una forma de vida para mí. Me gustaría que fuera así para muchos. Si nos paramos un poco a recapacitar es un mundo con responsabilidad y difícil de entender .
Aprendiste el oficio de costalero y luego el de capataz de la mano de Antonio Ruf, en los años 80 y 90 respectivamente. ¿Cómo ha cambiado este mundillo desde entonces?
Ha cambiado en muchas cosas. Eran tiempos de menos técnica y mucho menos protagonismo del costalero y un trabajo más sufrido que el de hoy. Aunque también es verdad que se ha avanzado positivamente en algunos aspectos. Hoy en día los pasos se pasean antes se llevaban.
¿Cómo valoras la realidad actualidad del mundo del costal?
En cuestión de efectivos positiva, en cuestión de responsabilidad falto, y en cuestión de protagonismo desmesurado.
¿Qué piensas de las cuadrillas de hermanos costaleros? ¿Eres partidario de los hermanos costaleros por obligación o por devoción?
Parto de una base, todos somos hermanos, costaleros no son todos bajo mi punto de vista. Cuadrillas de apoyo a la misión que tenemos no cuadrillas que por ser hermanos son protagonistas y dañinas, así no las quiero.
“Nos estamos equivocando pero creo que no deja de ser fiel reflejo de la sociedad que vivimos”
Actualmente, en las dos cuadrillas que diriges ¿es obligatorio ser hermano?
Si. En una al completo en la otra estamos en ello. Poco a poco.
De su cuadrilla nos dijiste que ni había pantalones remangados ni costales enganchados en la nariz ¿Hay demasiado postureo?
Llámalo como quieras pero a los hechos me remito, no hay más que observar algunas estaciones de penitencia ver algunos individuos y darse cuenta, nos estamos equivocando pero creo que no deja de ser fiel reflejo de la sociedad que vivimos.
¿Tienen demasiado poder algunas cuadrillas o algunos costaleros?
Desgraciadamente sí, pero la culpa es de los que lo consienten. Cada uno que aguante su vela.
¿De quién es la culpa de lo que está ocurriendo?
Todos tenemos nuestra parte de culpa.
“Vivimos una época en que parece que mimar al costalero sea necesario. Y después nos encontramos con que son los primeros que a los tres días y medio son doctores en la materia”
¿Se ha mimado demasiado al costalero?
Es posible, vivimos una época en que parece que mimar al costalero sea necesario. Y después nos encontramos con que son los primeros que a los tres días y medio son doctores en la materia.
¿Debe ser un líder un buen capataz?
Sin la menor duda, Ademas pienso que debe de ser una condición necesaria . El capataz es el jefe y para ello es necesario el liderazgo .
¿Es mas importante un costalero que un nazareno? ¿Hay vida después del costal?
El nazareno sin duda es la figura más importante. una estación de penitencia se puede realizar sin costaleros pero no sin cortejo. No tendría sentido.
¿Espiritualmente están trabajadas las cuadrillas?
Siento decir que no, y me duele. Aunque golpes de pecho posiblemente haya demasiados.
¿Hay costaleros para tanta cofradía?
No, tal y como están concebidas hoy las cuadrillas. Estudiando un poco el tema necesitaríamos aproximadamente 2200 costaleros. Posiblemente los haya pero hoy en día queremos llevar las cuadrillas dobladas y algunas con picos aparte. Para tantos no hay por esa razón muchos salen varios días , no discuto su trabajo ni pongo en duda su entrega a este mundo pero a veces me da que pensar y dudo de la dedicación y compromiso al trabajo de algunos . Ahí lo dejo, pero sacar cinco pasos y no estar ni marcados, no me creo nada. Todos hemos pasado por debajo y sabemos cómo se acaba y los supermanes son para las películas y no se trata de eso. No se es más costalero por sacar más pasos sino por trabajar bien en ellos.
“Hay protagonismo innecesario, amiguismo y no tener claro que en este mundo debe de primar la entrega al trabajo”
¿Qué piensas de toda la parafernalia mediática que hay alrededor de determinados capataces?
Hay protagonismo innecesario, amiguismo y no tener claro que en este mundo debe de primar la entrega al trabajo, la discreción del mismo y tener la conciencia tranquila. Es un trabajo devocional, y los sentimientos se transmiten por el bien de la causa no para dañarla. Para eso mejor en casa.
¿Lo que ha ocurrido en el Silencio donde un capataz ha dimitido por presiones recibidas por una parte de la cuadrilla es sólo la punta del iceberg?
Aquí no hace frío para Icebergs, y mucho menos en Córdoba pero en el mundo del costal están pasando cosas últimamente que no me gustan. Aunque repito todos tenemos nuestra parte de culpa, el problema es que hoy en día el asumir la culpabilidad cuesta mucho y siempre tenemos a alguien al lado a quien culpar. Esto no deja de ser la cobardía en estado puro . Respecto al tema en cuestión no lo conozco personalmente por lo que no puedo opinar al respecto. Hablo generalizando los últimos acontecimientos que estamos oyendo en algunas hermandades y esto me da pena . Lo digo de corazón .
“(A quienes ejercen presión en una cuadrilla) hay que abrirles la puerta para que se marchen y si así aún no lo entienden echarlos”
¿Cómo crees que se deben tratar a los que en determinados momentos ejercen como grupos de presión en las hermandades o en las cuadrillas?
Lo tengo muy claro hay que intentar siempre dar una oportunidad a lo que yo considero un error, pero si al estímulo no responden la solución es abrirles la puerta para que se marchen y si así aún no lo entienden echarlos directamente ya que si no pueden hacer mucho daño en el seno de las cuadrillas. Sinceramente no quiero ni me interesa saber lo que buscan pero que un martillo vale mucho menos que una amistad y te aseguro que no da ningún estatus social, nada más que trabajo y entrega a Nuestros Titulares, Hermandades y como no cuadrilla.
¿Hacia dónde camina el mundo del costal en la Semana Santa actual?
Permíteme que no te conteste, deseo y quiero que hacia lo mejor, por el bien de todos los que nos sentimos metidos en este mundo, pero es algo que hoy por hoy es imprevisible, vamos a esperar y a intentar corregir los problemas que se nos planteen, de esta forma será un futuro halagüeño. Pero solo depende de nosotros y de cómo los capataces seamos capaces de inculcar en nuestras cuadrillas para que estemos aquí y hasta donde llega la responsabilidad de cada uno.