Córdoba, Costal

Rafael Cerezo y Pedro Buitrago capataces del Silencio

El pasado viernes estalló la bomba en la Córdoba Cofrade merced a la dimisión de Jesús Bastante como capataz del paso de Misterio de Nuestro Padre Jesús del Silencio. Una dimisión consecuencia directa de la presión ejercida por una parte de la cuadrilla que erigiéndose en representante del resto ha puesto de manifiesto su disconformidad con la forma de trabajar de Bastante, quien por el bien de la hermandad y por suyo propio, decidió abandonar su cargo. El capataz había sido nombrado por la Junta Gestora de rige los designios de la corporación del Cerro tras la dimisión de Javier Romero.

Apenas unos días después el equipo de gobierno de la hermandad ha elegido a las personas que han de ocupar el lugar dejado por Bastante. Las personas elegidas son Rafael Cerezo y Pedro Buitrago, quienes iniciarán de este modo su segunda etapa al frente de la cuadrilla costalera que tiene la responsabilidad de llevar sobre sus hombros a la imagen que tallase el insigne Ortega Bru. De hecho ya sustituyeron como capaces del Silencio en 2010 al veterano José Luís Ochoa y formaron tándem hasta que en 2015 Pedro Buitrago, que hace tan sólo unas semanas fue nombrado como uno de los capataces que llevará a la Virgen del Rayo a la Catedral el próximo Sábado Santo, se hizo cargo en solitario del martillo del Silencio. Buitrago fue capataz del paso del Señor solamente ese año, siendo sustituido por Romero y este, a su vez por Bastante. 

Por su parte Rafael Cerezo, capataz del paso de María Santísima de las Penas es un hombre de cofradías con una amplia experiencia al frente de cuadrillas como la de propia de Jesús del Silencio y del Cristo del Amor y formando parte del equipo de capataces del Cristo de la Clemencia, de San Bartolomé de Espejo o como costalero en las cuadrillas de María Auxiliadora, la Reina de los Mártires, La Sentencia, Gracia y Amparo, Las Angustias o Rocío y Lágrimas entre otras, ha sabido inculcar a sus hombres en la Hermandad de Las Lágrimas la verdad de las trabajaderas, logrando transmitir los auténticos valores del costalero que trascienden de protagonizar un mero deporte sacro para convertirse en los pies de María Santísima.

Dos años después ambos capataces vuelven a asumir el reto de ponerse al frente de la cuadrilla del Señor del Cerro, después de una dimisión que ha obedecido a determinadas presiones bajo las trabajaderas, lo que habrá de exigir enderezar el rumbo tomando las decisiones que sean imprescindibles, a pesar de estar a pocas semanas del próximo Domingo de Ramos. Una labor en la que estarán acompañados por tres hombres que se estrenan en la hermandad en estas lides, Félix Carrillo Heredia, que ejerce de contraguía en el Prendimiento, como tercer capataz, Jesús Argudo García y el gaditano José María Soto Trujillo como contraguías, De momento, la dilatada trayectoria de ambos precisamente en ese puesto y hasta hace pocas fechas hace suponer que la decisión adoptada sea un acierto de tal modo que se alcance la ansiada estabilidad para que el caminar de Nuestro Padre Jesús del Silencio goce del brillo que merece.