Andalucía, Córdoba, Jerez

Rumores apuntan a que Antonio Prieto Lucena podría ser nombrado nuevo obispo de Jerez

La rumorología no cesa en torno al nombramiento del sucesor del obispo de Jerez, José Mazuelos, que ha propiciado que se multipliquen los nombres de potenciales sustitutos en las últimas semanas. El último nombre en saltar a la palestra ha sido el del cordobés Antonio Prieto Lucena, de cuyo posible nombramiento de ha hecho eco la web especializada Infovaticana.com que recuerda que tres vicarios de la Diócesis cordobesa han terminado siendo nombrados obispos: Mario Iceta, Francisco Jesús Orozco y Santiago Gómez Sierra. Una posibilidad que en estos momentos no es más que un rumor -descartado por fuentes jerezanas testadas por este medio- que el tiempo determinará si termina convirtiéndose en realidad. 

Antonio Prieto Lucena, profesor en el Seminario Conciliar “San Pelagio” y en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Díez; además, ha impartido clases para el Máster de Pastoral Familiar del Pontificio Instituto “Juan Pablo II” de Madrid y en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid.

Es miembro de la Comisión Teológica Asesora de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Córdoba, y ha sido hasta 2014 director del Servicio de Publicaciones de los Centros Académicos de la Diócesis de Córdoba, además de Administrador de la Fundación San Eulogio de Córdoba, donde también ha ocupado el cargo de secretario.

En 2015 fue nombrado Miembro del Equipo de la Delegación Diocesana para el Clero y desde 2016 es Canónigo de la Santa Iglesia Catedral y responsable del “Foro Osio”. Autor de numerosas publicaciones, ha traducido diversos artículos de obras como “Juan Pablo II ante la Sagrada Escritura”. Desde diciembre de 2018 ejerce como Vicario General de la Diócesis de Córdoba.

Casualmente, Prieto impartía hace tan sólo unos días en el Auditorio Juan Pablo II de Jerez la conferencia titulada “Sin el domingo no podemos vivir”. En su intervención destacaba la importancia del sacramento de la eucaristía, que es “alimento de nuestra fe”. Asimismo, recordaba la reciprocidad que existe entre la fe y los sacramentos, que no puede romperse porque la fe es necesaria para que los sacramentos produzcan sus frutos. Una intervención que a la postre, de convertirse en ciertos los rumores podría convertirse en la antesala de su pontificado.