El nuevo capitán de la Iglesia de Sevilla, Don José Ángel Sáiz Meneses, ya ha comenzado su ministerio en la ciudad. Lo ha hecho con la “misa de los 3 obispos”, porque aunque había 40 prelados en la Seo Hispalense esta mañana, sólo 3 de ellos han compartido destino pastoral en la capital del Guadalquivir: El cardenal emérito Don Carlos Amigo, el arzobispo emérito Don Juan José Asenjo y monseñor Sáiz Meneses.
Simbolismos aparte y una vez abierta esta nueva etapa en la diócesis, Don José Ángel tiene ahora varios asuntos por delante. Quizás uno de los más preocupantes es, sin lugar a dudas, el resultado de las votaciones el pasado jueves en la Hermandad de San Gonzalo, que arrojaron el resultado más temido: no se llegó al quórum del 20% (897 votos) necesario para que el candidato Manuel Lobo fuese proclamado hermano mayor.
Esto supone un problema tanto para la corporación como para la propia Archidiócesis, que previsiblemente dará luz verde a una repetición de los comicios en la cofradía del Lunes.
La hermandad, a su vez, continúa con ese viaje a ninguna parte que soporta desde hace 9 meses por los estragos de la pandemia del covid-19, que provocó el atraso de las votaciones previstas para el mes de octubre del año pasado.
Al contrario de lo que en principio podría imaginarse, esta tardanza en la cita con las urnas no ha movilizado a los hermanos de San Gonzalo; todo lo contrario. La candidatura de Manuel Lobo no ha cosechado los adeptos esperados, pese a alguna que otra propuesta popular, como la del futuro manto bordado de salida para la Virgen de la Salud Coronada.
¿Qué es lo que ha fallado? ¿Por qué los integrantes de esta histórica corporación no han estado lo suficientemente animados para acudir a las urnas? ¿Es quizás una llamada de atención para que Manuel Lobo y su junta de gobierno den un paso atrás?
Cabe recordar lo ocurrido en la anterior cita electoral de la hermandad. Se medían el actual hermano mayor en funciones, José Fernández, y Jesús Laglera. Votaron 1381 hermanos de los cuales 714 dieron su confianza a Fernández. El quórum de 897 electores se superó con creces y dio lugar a un período de estabilidad y múltiples iniciativas en la hermandad, en la que se incluyó la fantástica Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Salud, celebrada el 14 de octubre de 2017 en la Catedral de Sevilla.
Ahora la situación es muy diferente. San Gonzalo se enfrenta a una repetición electoral en la que la participación de los hermanos está en el aire. Quizás esta disyuntiva conlleva el aumento de candidatos a los comicios, con el fin de ofrecer diversos proyectos y que los hermanos se animen a acercarse a las dependencias de la casa de hermandad para depositar su papeleta.
Por el momento hay que esperar la disposición de Palacio, que ha de pronunciarse sobre el futuro inmediato de la cofradía. Esa decisión que ya ocupará al nuevo arzobispo será sin duda mirada con lupa como primer gesto de la cabeza de la iglesia local hacia una problemática en las hermandades de Sevilla. El fuego no será tan sencillo de apagar.