Sevilla inaugura cada año su Semana Grande el Viernes de Dolores. Desde Pino Montano aparecen los primeros nazarenos morados que anuncian la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Este año, la hermandad ha aumentado la nómina de nazarenos, contando como estrenos las bocinas que acompañan a ambos pasos y el juego de varas de antepresidencia, obra de Orfebrería San Juan. Sin duda, el momento más especial de la cofradía es la salida, a las 17:45 horas, cuando la emoción de los cofrades comienza a desbordarse por la ciudad entera. También es digno de ver el transitar de la hermandad por el Parque de los Bomberos.
La Misión, por su parte, ha modificado levemente su itinerario. Este año presenta como novedades la parihuela del paso, realizada en madera, y la cruz que porta el Santo Cristo de la Misión, donación realizada por los miembros de las dos últimas juntas de gobierno. Durante su estación de penitencia, la hermandad visitará a las Misioneras de la Doctrina Cristiana, así como a la Residencia de Mayores de Andalucía y la Residencia de Mayores Claret.
Por Bellavista todo es júbilo en el barrio más alejado del Casco Antiguo de Sevilla. El único estreno que contempla la cofradía es el pollero de la Virgen del Dulce Nombre. El lugar de interés para contemplar el paso de la corporación es todo el recorrido, pues se trata de una hermandad muy unida a su barrio, cuyos vecinos inundan las calles del arrabal demostrando la fe y devoción que profesan a los protectores de Bellavista. Pero donde más especial se vive ese fervor es en la Plaza de las Cadenas, la llegada a la Parroquia del Sagrado Corazón e incluso la entrada al templo en la madrugada del Sábado de Pasión.
Pasión y Muerte cambia sustancialmente su itinerario para la salida procesional de 2018. De esta manera, la hermandad de Triana llegará este año hasta la Plaza del Altozano tras realizar estación de penitencia en la Real Parroquia de Señora Santa Ana, a donde accederá por Pelay Correa. De este modo, tras el paso por la catedral trianera, la cofradía discurrirá por Pureza, Plaza del Altozano, San Jacinto, Justino Matute, Evangelista, Esperanza de Triana, Trabajo y Virgen de Fátima, entrando en su templo a la 1:00 horas (media hora antes que el año pasado). Indudablemente, el lugar más entrañable para ver la única cofradía de negro y silencio del arrabal sevillano es el entorno de la Parroquia de Santa Ana, recordando los momentos perdidos hace más de un siglo cuando las corporaciones trianeras hacían estación de penitencia a dicho templo. También será de esperar la llegada del crucificado a la Plaza del Altozano.
La única hermandad de Vísperas que sale por el centro de Sevilla es todo un deleite verla discurrir por cualquier calle, aunque es especial el paso por el Real Alcázar y la Plaza de la Alianza a su regreso a la Parroquia del Sagrario. Este año, el Santísimo Cristo de la Corona portará una nueva corona de espinas, recuperando así la estampa original de este singular Nazareno. La pieza ha sido realizada por Manuel Ballestero y Alejandro Cascajares.
La Agrupación Parroquial Bendición y Esperanza mantiene el mismo recorrido que el pasado año. Es la primera salida procesional de los hermanos con la medalla de la corporación, cuya nómina ha aumentado este año. Además, este año se estrena la terminación de los respiraderos del paso gracias al grupo de priostía de la Agrupación Parroquial. La corporación cambia este año la formación musical en la Cruz de Guía, correspondiendo tal labor a la Banda de Cornetas y Tambores Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno.
También en esta jornada sale desde la Parroquia de San Luis y San Fernando de Rochelambert el Grupo Parroquial Paz y Misericordia, con sones de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de los Ángeles de Sevilla.