La Hermandad de la Bondad de Jerez, que procesiona el misterio del Lavatorio de Pies cada Jueves de Pasión por las calles de la ciudad, encomendaba en febrero de 2018 la realización del nuevo paso al prestigioso tallista Manuel Oliva, natural de San Fernando.
Hermandad y tallista han hecho públicas las primeras imágenes del tallado del paso, que tendría que haber hecho su salida procesional en la Semana Santa del 2020, pero por motivo de la pandemia no se pudo estrenar.
El paso es de estilo barroco, el cual tiene un canasto del tipo llamado pecho paloma. Como pincelada lleva de ornamentación la uva, que simboliza la campiña jerezana y la sangre de Cristo, frutas y flores. En la media caña lleva las palmas y el olivo que simboliza la Pasión de Cristo. Estará expuesto en los días de veneración al Señor de la Bondad y Misericordia, en la Parroquia de San Juan de Dios.
El artista ha reconocido haber “intentado hacer algo diferente y original para esta ciudad, ya que este tipo de canasto no lo hay en su Semana Santa”.
Manuel Oliva León nace en San Fernando en 1987, en el seno de una familia trabajadora pero sin ninguna vocación artística. La única vinculación con la madera llega de su abuelo por parte de madre. Desde muy pequeño empieza a destacar tanto en el dibujo, manualidades o trabajos en maderas en el colegio entre otros campos. Sumando todo esto junto con su pronta pasión por la Semana Santa, le lleva a darse cuenta que su sueño iba a ser el de aprender el oficio de la talla en madera.
Todo esto le lleva a ir encauzando su vida hacia todo lo relacionado con el arte, en particular con el oficio de la talla en madera vinculado con la Semana Santa, de ahí que su gran obsesión empezará a ser el de querer realizar pasos-tronos, enseres y en definitiva todo lo que conlleva trabajos de talla hacia las Hermandades y Cofradías.
A la edad de 16 años ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad de Jerez de la Frontera para estudiar el bachiller de Artes Aplicadas. Termina estos estudios a los correspondientes 2 años y se traslada a la edad de 18 años a la ciudad Hispalense (Sevilla), para ingresar en la Facultad de Historia del Arte y comenzar dicha licenciatura.
A partir de ahí y dado su entusiasmo por conseguir su gran sueño y no solo estudiar la licenciatura, en cuanto está instalado en Sevilla, se propone entrar de aprendiz en algún taller de talla. A las pocas semanas de empezar el curso en la facultad consigue entrar en un taller de talla sevillano.
En ese corralón se nutriría de arte durante unos años hasta que en 2009 decide independizarse y empezar una nueva etapa en su vida profesional, trasladándose a un taller situado en Chiclana de la Frontera, junto a la ciudad que le vio nacer, “La Isla de León.