Hace ya tiempo que el escultor cordobés José Antonio Cabello ha incorporado su nombre entre el elenco de los artistas más reconocidos del panorama de la imaginería contemporánea. Su creciente prestigio le ha servido de adalid para atravesar la frontera de ser considerado una importante figura emergente a consolidarse como una indiscutible realidad, en base a la creatividad que emana de su gubia y a la calidad que destila cada una de las obras que acomete.
Así lo atestigua la última dolorosa de candelero, que ha realizado, sin encargo previo, en la que durante este último año ha estado trabajando. Una imagen a tamaño natural, 1,65 cm de altura que está disponible para su adquisición. Se trata de un imagen con busto, torso y manos tallados en madera de cedro de real, con acabados de policromías al óleo en busto y manos. Presenta articulaciones con movimiento de bola en hombros, codos y muñecas. También presenta pestañas de pelo natural y lágrimas de cristal. Para el reportaje difundido por el propio imaginero, la Virgen ha sido vestida por Antonio Villar Moreno a quien Cabello ha querido agradecer su trabajo. Durante las próximas semanas la imagen está expuesta en su estudio de imaginería para quien quiere verla personalmente.