Es un regalo del Arzobispado de Toledo al Sr. Cardenal Primado de México
Titulado «Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad», se trata de un óleo sobre lienzo cuyas medidas son 73 x 100 cm y tendrá como destino la Basílica de Santa María de Guadalupe, en el Cerro del Tepeyac, en México. Se representa la imagen de la Virgen de Guadalupe de forma frontal, ocupando el centro de la composición, conocida como la «Morenita de las Villuercas», es la Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, la Imagen ha sido pintada ataviada con uno de sus mantos más característicos con la que tantas veces aparece antes sus fieles, blanco con bordados en oro.
Según Raúl Berzosa, «en segundo plano, tras Nuestra Señora, está pintado el Santuario extremeño y la Puebla de Guadalupe, localidad que surgió al amparo del primer santuario y que ha crecido a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los pueblos más bellos de España, los tonos predominantes son los colores grises y celestes.
En la parte baja del lienzo, justo a los pies de la imagen de la Virgen, aparece la pila bautismal del Real Monasterio, en la que fueron bautizados los dos primeros indios americanos que acompañaron a Colón tras su segundo viaje en 1498: Cristóbal y Pedro. La Virgen de Guadalupe, de España y de México, es luminaria de Evangelización para los pueblos hermanos.
Arropados por el manto de Nuestra Señora aparecen dos ángeles niños en los laterales inferiores de la pintura, el de la derecha, posee una tela de color rojo que hace alusión a la Sangre que nos salva, a la Eucaristía que nos alimenta y al testimonio que se nos pide hasta dar la vida por Cristo. El ángel de la izquierda sostiene una tela de color blanco, signo del bautismo y de la efusión del Espíritu Santo, que nos regala una nueva vida. Pero también de esa tela blanca salen las rosas de María, como salieron de la Tilma de san Juan Diego, y aparecen apuntados los rayos que rodean a la sagrada imagen de Santa María que aparece retratada en el ayate. Guadalupe, un sólo nombre para dos apariciones distintas de la Madre de Dios.
Los angelitos del cuadro son mestizos, para recordarnos lo que nos decía el Papa Francisco en el mensaje con el que se unió al hermanamiento entre ambos santuarios el pasado día 13 de febrero: Guadalupe es «una advocación milenaria que ya en su raíz etimológica nos habla de mestizaje, de encuentro con Dios y con los hombres».