Portada, Sevilla

Comienza el Año Jubilar en Santa Marta con la apertura de la Puerta Santa

Este viernes 28 de octubre, segundo día del Triduo en Honor de Santa Marta, ha tenido lugar la apertura del Año Santo Jubilar que ha concedido el Papa Francisco, a través de la Penitenciaría Apostólica, a la Hermandad de Santa Marta por su LXXV Aniversario fundacional y a la Parroquia de San Andrés y que se prolongará hasta el 14 de octubre de 2023. Esta celebración ha arrancado con una Solemne Eucaristía oficiada por el Arzobispo de Sevilla, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. José Ángel Saiz Meneses.

Apertura de la Puerta Santa en la Parroquia de San Andrés

El encargado de abrir la Puerta Santa ha sido el mismo Arzobispo de Sevilla, tras una procesión desde la Casa de Hermandad hasta la Parroquia de San Andrés, donde ya se encontraban los feligreses que han podido acceder al templo por la puerta de la plaza de San Andrés.

En la puerta de la Plaza Fernando de Herrera ha tenido lugar el rito de apertura. El Arzobispo, con mitra y báculo, ha recordado las palabras del salmo 117: «Abridme las puertas del triunfo. Y entraré para dar gracias al Señor…». Realizado este gesto, ha entrado al interior del templo para continuar la celebración de la Eucaristía del segundo día de Solemne Triduo a Santa Marta. Como es habitual, se ha dado lectura del decreto de la Santa Sede donde se concede el Jubileo.

La Apertura de la Puerta Santa se ha podido seguir en directo en el interior de la Parroquia a través de pantallas, así como en el canal de YouTube de la Hermandad junto con la Eucaristía completa.

Origen del rito de apertura de la Puerta Santa

Según la descripción hecha en el año 1450 por Giovanni Rucellai de Viterbo, fue el Papa Martin V, en 1423, quien abrió, por primera vez en la historia de los años jubilares, la Puerta Santa en la Basílica de San Juan de Letrán. En ese tiempo los jubileos se celebraban cada 33 años. En la basílica vaticana la apertura de la Puerta Santa está atestiguada por primera vez en la Navidad de 1499. En esa ocasión, el Papa Alejandro VI quiso que la Puerta Santa fuera abierta no solamente en San Juan de Letrán, sino también en las demás basílicas mayores de Roma: San Pedro, Santa María la Mayor y San Pablo extramuros.

Una puerta pequeña, probablemente de servicio, que se encontraba en la parte izquierda de la fachada de la Basílica de San Pedro, fue ensanchada y transformada entonces en Puerta Santa, precisamente en el lugar en que se encuentra aún hoy. Eso implicó la destrucción de una capilla adornada con mosaicos, que se encontraba dentro de la basílica y había sido dedicada por el Papa Juan VII a la Madre de Dios.

Alejandro VI, además, quiso que quedaran bien definidas las normas del ceremonial del Año Santo, aún no precisadas por sus predecesores, y en particular los ritos de apertura y clausura de la Puerta Santa. Ese Papa encargó la elaboración de los ritos al famoso Johannes Burckard, maestro de las ceremonias pontificias, originario de Estrasburgo y Obispo de las Diócesis reunidas de Civita Castellana y Orle. La Puerta Santa del Año Jubilar de 1500 fue abierta la noche de Navidad de 1499 y fue cerrada en la solemnidad de la Epifanía de 1501. El Ritual preparado por Burckard y aprobado por el Papa, salvo algunos retoques introducidos en 1525 por el maestro Biagio de Cesena, fue seguido sustancialmente en todos los jubileos posteriores