Cádiz, Pentagrama

Ecos de la Pasión: El Amor de La Línea, el Dulce Nombre de Granada y “La Esperanza de María”

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Hemos vivido una Semana Santa plena a lo largo y ancho de nuestra tierra, permitiéndonos, tras el parón de dos años, disfrutar de las hermandades en plenitud, con un tiempo que ha propiciado que los desfiles procesionales se luzcan como merecen. Al igual que otros años, desde esta sección queremos plantearnos rescatar algunos momentos que han brillado especialmente en distintos puntos de la geografía andaluza. Chicotás extraordinarias, revirás que han dejado huella o, simplemente, momentos cargados de emotividad y simbolismo que merecen ser destacados, y de los que nos “alimentaremos” hasta la llegada de la Semana Santa de 2024.

La Semana Santa de La Línea de la Concepción fue, por desgracia, atípica, toda vez que la devoción mariana por excelencia de la ciudad no pudo procesionar por sus calles. La Virgen de la Esperanza, obra del insigne imaginero Luis Ortega Brú, sufría el 28 de mayo del pasado año un terrible y accidental incendio en su templo de San Bernardo, y los trabajos de restauración necesarios no pudieron estar terminados a tiempo para la procesión del Viernes Santo.

Innumerables fueron las muestras de cariño recibidas por parte de la cofradía linense a lo largo de los días de la Semana Santa. El Viernes Santo fue una jornada tristemente histórica y cargada de emociones a flor de piel. Desde que se abrieran las puertas de la casa hermandad, se barruntaba algo que quedaría grabado con letras de oro en la historia. El paso de misterio del Santísimo Cristo del Amor aparecía totalmente encarado al dintel de la puerta. Una vez puestas las maniguetas, empezaban a sonar los inconfundibles acordes de “La Esperanza de María”, de Alejandro Blanco, interpretada brillantemente por la Agrupación Musical Dulce Nombre de Jesús de Granada capital. Resulta conmovedor comprobar cómo las personas que presenciaban la salida no podían contener las lágrimas ante lo insólito, y a la vez, bello, de momento. El Dios de Amor se levantaba a pulso en el interior de la casa hermandad, desde donde empezaba a asomar, instantes después, el portentoso paso de misterio iba inundando la calle Gaucín, coincidiendo con el momento álgido de la marcha en sus compases finales, ante lo cual se recibió la primera de las muchas ovaciones de una noche marcada por el arrope del público hacia la cofradía. Tras el engarce con el Himno Nacional, la excelente banda nazarí interpretada una de las marchas que marcan su repertorio propio “Al Señor de la Cañilla”, dedicada al titular cristífero de su hermandad, con la cual el misterio realizaba la revirá y arrancaba decidido al compás de la obra, arrancando otro aplauso del pueblo.

Así comenzaba una noche tan dura y difícil como bonita y sentimental para los cofrades de la Esperanza, que trataron de buscar el imperecedero rostro de su bendita Madre en cualquier rincón, con cualquier pretexto, ávidos de su mirada. Una de esas maneras fue a través de la música, y pareció que la marcha “La Esperanza de María”, estaba compuesta expresamente para ese momento, con todos las circunstancias que lo rodeaban. Testigo de excepción de todo ello fue la Agrupación Musical del Dulce Nombre, que rayó a un altísimo nivel toda la noche, y fue un ejemplo de entrega y brillantez hacia la cofradía. Lo que no se sabe apreciar en Granada, sí supo valorarse como merece en el municipio linense, y es que la formación tuvo una gran acogida y respaldo tanto por parte del público asistente como de la cofradía, emplazándose ambas partes al Viernes Santo de 2024 mediante la renovación contractual del acuerdo.