El Capirote, Opinión, Sevilla

El capirote | La suerte de las Glorias

En ocasiones las Glorias pasan desapercibidas ante el empuje de las corporaciones penitenciales. No hace falta echar un vistazo a boletines, revistas o sites para comprobar que son precisamente las hermandades de penitencia las que copan titulares, artículos, reportajes… Son las que más interesan si nos atenemos a los likes. Y si observamos las visitas podemos ver que las informaciones relativas a las hermandades letíficas o sacramentales son muy inferiores.

Aparte de similitudes y diferencias, que siempre permanecerán en el imaginario colectivo, hay que tener en cuenta otros aspectos que las diferencian. Por ejemplo, las hermandades penitenciales realizan su estación de penitencia a la catedral en un determinado día de la Semana Santa. Sin embargo, las Glorias pueden cambiar su día de salida a cualquier otro del año con la modificación de sus reglas. También pueden hacerlo las otras, pero tan solo en los días que irían desde el Domingo de Ramos hasta el del Resurrección. Algo impensable hoy en día, dado el revuelo que se formaría.

Julio es un mes de éxodo a las playas. El día 16 se celebra la festividad de la Virgen del Carmen. Y aunque Sevilla no cuente con mar no hace falta decir que es de aquellas ciudades no marítimas cuya relación con el mundo marinero es más que evidente. Basta echar un vistazo al pasado para ver la importancia del Guadalquivir en nuestra historia. El hecho de que coincida con un mes cada vez con menos público termina provocando que se acaben adaptando también las hermandades. Miles de sevillanos marchan a la costa, y los que quedan optan por resguardarse de las altas temperaturas, cada vez mayor, aunque hay quien intente negar el calentamiento global que padecemos y que de seguir así acabará convirtiendo el sur de España en un desierto, si es que no vamos camino ya de serlo.

Algunas hermandades han decidido adelantar las procesiones del Carmen porque hacia mediados el público escasea. También las temperaturas son mayores. Y hay otras que cambian julio por el mes de los difuntos. El Carmen de San Pablo ya anunció que saldría en noviembre, mes también relacionado con la Reina del Carmelo. No es un movimiento extraño. El Carmen del Buen Suceso salía antaño en julio y cuando se recuperó su procesión se apostó por realizarla en noviembre. Este cambio también afectó a otras corporaciones. Por ejemplo, hay constancia de que la Pastora de Triana fue procesionada en junio, a las puertas del verano. Y la Virgen de las Nieves recorría la judería en las fechas próximas a su festividad, esto es, el 5 de agosto. Tanto una como otra pasaron a recorrer las calles en septiembre y noviembre, respectivamente.

Julio confirma una tendencia, la de que las procesiones cada vez parecen ser menos para el verano. Aquellas carmelitanas que quedan, la mayoría, se convierten en cambio en un deleite para los devotos. Poder admirar la riqueza de los Cármenes sin bullas, empujones o palabras malsonantes —tristemente cada vez más presentes— es un deleite reservado para los paladares más selectos.