El imponente nazareno lució túnica bordada en su solemne veneración
La Plaza de Carmen Benítez y la calle Recaredo viven cada Domingo de Ramos su momento álgida con la salida de la primera de las cofradías del barrio, la sevillanísima Hermandad de San Roque.
Este fin de semana se ha palpado en toda la feligresía el preludio de este día grande con la veneración a la Bendita Imagen del Cristo de las Penas.
El Señor esperaba a los fieles con túnica morada bordada en oro, con un monte de claveles rojos a sus pies y cuatro faroles como escolta luminosa.
Un altarde sencillo y elegante emergía detrás de la talla de Antonio Illanes, que se enmarcaba delante del dosel de cultos, con un magnífico estandarte Eucarístico a su espalda.
Las manos cruzadas y maniatadas del Nazareno humanizaban aún más la Imagen, recordado el sufrimiento penitencial de los días de su pasión hace 2000 años.
Tras el acto, que se ha prolongado durante la tarde del sábado y toda la jornada del domingo, el Señor fue trasladado a su altar en un espectacular Vía Crucis.
El fotógrafo Benito Álvarez ha captado, a modo de reportaje gráfico, las mejores instantáneas de la solemne veneración del Cristo de las Penas.