La Junta de Gobierno de la Hermandad del Descendimiento, que preside Manuel Aguilera Villanueva, acaba de desvelar el nombre de los capataces que asumirán la responsabilidad de dirigir, con vistas al próximo Viernes Santo, las cuadrillas costaleras que tienen el privilegio de llevar sobre sus hombros al Santísimo Cristo del Descendimiento y a Nuestra Señora del Buen Fin.
De un lado, el equipo dirigente de la Corporación del Campo de la Verdad ha decidido renovar su confianza en el contrastado capataz cordobés David Arce para que siga al frente del paso de misterio de la Cofradía del Viernes Santo. Una ratificación asentada en el respeto y la confianza mutuos y en la incuestionable carrera que Arce viene desarrollando desde hace décadas.
En contraste, la Junta de Gobierno de la cofradía ha hecho lo propio con el capataz responsable de la cuadrilla costalera del paso de palio de la bellísima dolorosa de Hernández León, Juan Luis Berrocal, heredero indiscutible de uno de los capataces más importantes de la Semana Santa contemporánea, en la ciudad de San Rafael, depositario de la amplia sabiduría aprendida, de manera particularmente acusada al frente del paso de palio de la Virgen de la Alegría, cuya cuadrilla lleva dirigiendo desde hace años con un gusto impecable, que dejó su sello el próximo Viernes Santo así como en la salida procesional de la Virgen del Rayo del mes de septiembre y es poseedor de un magnífico presente y un futuro brillante.
La elección de ambos augura un éxito sin paliativos, que se fundamenta en la acreditada experiencia de Arce el excelente trabajo de Berrocal, evidenciado con creces, y en la honradez y la generosidad que siempre han puesto ambos en todas y cada una de la empresas en las que se ha embarcado como responsables del llamador. Una apuesta sobre seguro que el tiempo sabrá recompensar a todas las partes.