El pasado mes de junio, la Hermandad Salesiana del Prendimiento anunció que, pese a que el pasado 25 de noviembre aprobaba en un Cabildo de carácter Extraordinario que tuvo lugar en la sala de audiovisuales del Colegio San Francisco de Sales de Córdoba, su presencia en la exposición magna que tendrá lugar en la ciudad de Córdoba el próximo mes de septiembre, declinaba participar en el acontecimiento. Un cabildo que ya dejaba abierta la posibilidad de que finalmente no se participase si las circunstancias lo hacían inviable, como ha terminado sucediendo.
Las razones esgrimidas estribaron en las labores de mejora de la carpintería del paso de misterio y la culminación integral de la talla y ornamentación del retablo itinerante que se prolongarán hasta la próxima cuaresma, una obra que está siendo ejecutada por los tallistas Miguel Ortiz y Manuel Jurado, lo que impide la participación en la muestra. No conviene olvidar que, en la muestra, las imágenes participantes deberán estar entronizados en sus respectivos pasos procesionales. En efecto, este lunes se ha trasladado el paso al taller de los tallistas para comenzar esta nueva fase de la hechura. Una noticia ilusionante para los hermanos de la corporación que, obstante, dan al traste con la posibilidad de disfrutar de la presencia del Señor en este evento memorable.
Fue en enero de 2014, cuando la corporación, reunida en Cabildo Extraordinario, determinó las líneas artísticas que habían de marcar el futuro de esta hermandad. El nuevo paso de misterio, cuya hechura se puso en marcha desde entonces, profundiza en el estilo rocalla francés, que desarrolla un itinerario teológico por los distintos pasajes del Antiguo Testamento en los que Dios pacta con el pueblo de Israel, para desembocar en la definitiva Alianza que Dios entrega a la humanidad y en la que la Eucaristía se convierte en su memorial.
Entre la simbología destaca la alianza de Dios y el pueblo de Israel en los respiraderos, las referencias mesiánicas de los Salmos en la filacteria, arquetipos y antitipos de la Nueva Alianza de Jesús en el Antiguo Testamento en los altares icónicos del canasto, la Nueva Alianza de Dios con los hombres dada por Jesús en los relieves, el inicio de la Pasión, muerte y Resurrección como consumación de la Nueva Alianza en la escena del Prendimiento y, finalmente, referencias a la Eucaristía y la Pasión mediante elementos vegetales y animales. Un auténtico retablo andante cargado de simbolismo cuya talla podría estar culminada el próximo Martes Santo.