Se ha vuelto a confirmar que el rumor es la antesala de la noticia, y la Hermandad del Rayo ha confirmado la información adelantada por Gente de Paz hace unas horas convirtiendo en oficial la dimisión de Carlos Arrebola, hasta ahora hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y del Rayo, la corporación que en los últimos dos años ha recuperado el Sábado Santo para la ciudad de Córdoba, procesionando hasta la Santa Iglesia Catedral. Una posibilidad que había sido confirmada por diversas fuentes pero que hasta el momento no había podido ser contrastada con el protagonista, con el que esta redacción ha intentado contactar sin éxito. Una renuncia irrevocable, cuyas motivaciones no han trascendido, hasta el momento.
Un comunicado emitido al efecto (fechado el 18 de septiembre y al que curiosamente le falta la firma) ha sido el medio elegido por Arrebola para confirmar este extremo alegando cuestiones personales. En el texto, el ya ex hermano mayor afirma que es una decisión dura, subraya que “es duro pensar que tantas horas de esfuerzo y dedicación puedan quedar empañadas por la decisión tomada” y recalca estar “seguro de que no”. Además, el hasta ahora máximo responsable de la corporación confirma que “La decisión es un acto de responsabilidad que ha de tomarse con naturalidad“, añadiendo que los años que he desempeñado el cargo han sido los más entusiastas y maravillosos de mi vida”, al tiempo que enfatiza su agradecimiento a los hermanos por el “apoyo y cariño sin fisuras que he recibido”
La elección de Carlos Arrebola como hermano mayor de la cofradía en 2016 marcó un hito trascendental en el rumbo histórico de la hermandad del Campo de la Verdad. Después de tres años de ausencia, el 12 de febrero de 2017, en un histórico cabildo extraordinario, los hermanos del Rayo aprobaron la salida de la cofradía el Sábado Santo. La iniciativa siempre fue posible gracias al párroco de San José y Espíritu Santo, Pedro Soldado, que puso todas las facilidades para que el proyecto saliera adelante, incluso adelantar el horario de la Vigilia Pascual para que la hermandad pueda salir a la calle con tiempo suficiente de llegar a la Santa Iglesia Catedral.
Un ilusionante sendero que ahora se vería sumido de repente en una acuciante incertidumbre toda vez que la posible dimisión de Arrebola pondría a la corporación en una difícil situación, que en estos momentos incluso arrojaría serias dudas sobre el hecho de que la procesión del próximo Sábado Santo pueda tener lugar. En este sentido, hay voces que afirman que incluso existen diversas opiniones que apuestan por solicitar la intervención de al menos una de las hermandades de la Parroquia de San José y Espíritu Santo para que esta hermosa tradición recuperada no vuelva a perderse por las circunstancias. Sea como fuere, será el tiempo quien determine la materialización de todas estas vicisitudes y si con el esfuerzo de las partes se logra evitar que, lamentablemente, el arduo trabajo desarrollado en los últimos años, termine quedando diluido.