En la jornada de ayer Linares tendría que haber acompañado en la calle a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Madre de Dios María Santísima de la Salud en su Soledad. Las túnicas de ruan se quedaron en los altillos y el silencio que murmura durante todo el recorrido anidó en el interior de la iglesia de San Agustín, su sede canónica. Hasta allí se desplazaron los hermanos y devotos de las imágenes, el Cristo sedente del que uno no puede apartar la mirada y la dolorosa más antigua de la Semana Santa de Linares.
Jaén
En imágenes, el altar efímero con los titulares de la Vera Cruz

Titulares de la Vera Cruz de Linares. Fotos: Andrés González