La Hermandad de Madre de Dios del Rosario ha anunciado en la noche de este jueves a través de sus canales oficiales de información que Joaquín Gómez Serrano ha sido designado nuevo vestidor de la Santísima Virgen de acuerdo con el último Cabildo de oficiales celebrado. Una designación en virtud de la cual el contrastado vestidor sustituye en el cargo a José Ramón Paleteiro Bellerín que presentó su renuncia el pasado mes de febrero debido a motivos personales y profesionales.
En declaraciones a Gente de Paz, Joaquín Gómez Serrano ha puesto de manifiesto su agradecimiento “por el nombramiento tratándose de una imagen tan hermosa y siendo la patrona de capataces y costaleros de Sevilla” al tiempo que ha expresado que afronta esta nuevo desafío “con mucha ilusión y poniéndome al servicio de la Madre de Dios y de sus hermanos, siguiendo los pasos de mi antecesor en el cargo, José Ramón Paleteiro, al cual aprecio y admiro, y tratando de profundizar en la manera clásica de vestir a las imágenes de gloria sevillanas”.
En la actualidad Gómez ejerce su labor de vestidor de Ntra. Sra. de la Esperanza de la Trinidad, María Santísima de la Concepción, también de la hermandad de la Trinidad, Ntra. Sra. de la Cabeza, María Santísima de los Remedios y Ntra. Sra. del Rosario de las Siete Palabras. Ntra. Sra. de los Clarines, Ntra. Sra. de España y Ntra. Sra. de los Dolores, las tres de la localidad de Beas, Huelva. Ahora añade a este importante curriculum a una de las imágenes más señeras de las Glorias sevillanas.
La hermosa imagen de Madre de Dios del Rosario es una talla de candelero, pero con el rasgo singular de tener la cabellera tallada. Según la historiografía más común se ejecutó e, 1816, sustituyendo otro icono anterior de terracota. Sobre su autor se han propuesto diversas hipótesis (círculo de Juan de Astorga, Patrone…) e incluso no se descarta haya sido remodelada a partir de una imagen más antigua, por el rasgo ya comentado de su cabello. En 1982 fue restaurada por Álvarez Duarte, quien consolidó su estructura interna, respetando escrupulosamente los matices y policromía.