Con la distancia que permite el paso de los días en Gente de Paz continuamos recabando el análisis de los elementos diferenciadores de la última Semana Santa con vistas a su evaluación por parte de algunos de los personajes más relevantes de la Córdoba cofrade. Es el caso del capataz Juan Carlos Vidal que, como es sobradamente conocido, cuenta con una trayectoria impecable en el mundo de los capataces de Córdoba.
Su labor al frente de la cuadrilla de Jesús de la Humildad en la Coronación de Espinas durante los últimos años, ha conseguido erigirla como una de los referentes, en cuanto al andar de los misterios de la ciudad de San Rafael, un andar personal e intransferible. Además, Juan Carlos Vidal lleva desde mayo de 2014 siendo responsable de los costaleros de la Virgen de la Piedad, trabajo en el que ha logrado implementar su sello inconfundible que ha merecido los parabienes de propio y extraños.
Cuestionado por este medio acerca de la nueva Carrera Oficial Vidal comienza su reflexión precisando la influencia que tiene en el análisis el hecho de que “en los últimos años abunde el costalero que saca varias cofradías lo cual tiene una incidencia especialmente acusada cuando la Semana Santa es muy calurosa y sin lluvia con todas las cofradías en la calle lo que hace que el costaleros repita varios días, convirtiendo la labor en particularmente dura” con lo que habría que “valorar mucho el esfuerzo desarrollado este año por todas las cuadrillas”.
“Valorando la nueva carrera oficial y desde el punto de vista de la gente de abajo”, añade Juan Carlos Vidal, “las rampas deberían cambiarse porque venimos por calles complicadas y nos encontramos unas rampas que castigan mucho al costalero”. Coincide con todos los cofrades cuestionados hasta el momento en que “la Carrera Oficial debería concluir en la Puerta de Santa Catalina” añadiendo no obstante un factor diferenciador desde el punto de vista de su labor como capataz ya que entiende que “sería un punto ideal para poder establecer otro relevo“.
En relación a las dos cuadrillas de las que es máximo responsable muestra absoluta satisfacción por el trabajo realizado. En el caso de Coronación de Espinas manifiesta que “fue un sueño hecho realidad en el que la cuadrilla realizó un enorme trabajo en todos los sentidos” añadiendo que “fue un Lunes Santo que nunca olvidaremos“.
También manifiesta su dicha por el trabajo desarrollado por la cuadrilla de la Virgen de la Piedad, “una cuadrilla que crece a gran ritmo y que está consiguiendo un caminar muy elegante“, precisa Vidal que no obstante matiza que “al ser la última del Martes Santo ha acumulado todos los retrasos del día por lo que la cofradía no podido andar al buen ritmo de años anteriores“.
El capataz concluye su reflexión poniendo de manifiesto su confianza en que “esta es una Carrera Oficial que viene para quedarse y que le da sentido a nuestra Semana Santa” advirtiendo aún así que, siendo “cierto que nos ofrece una mejor imagen es preciso someterla a un periodo de reflexión para ir mejorándola“.