El artista ha plasmado maravillosamente al Señor de la Salud sobre la localidad evocada en la parte inferior
El artista Juan Miguel Martín Mena ha presentado su estupendo Cartel de la Semana Santa 2021 de la localidad sevillana de los Palacios y Villafranca.
La obra representa al Señor de la Salud enmarcado en la cruz sobre la que se recrea en una conjunción de imágenes un árbol poderoso. También aparecen cuatro velas equivalentes a las hermandades de la población, junto con las calles de la ciudad vistas desde el aire.

El cartel está realizado con técnicas mixtas sobre papel encolado a tabla. Mide 80 cms de ancho por 1,20 m de alto y para ello he utilizado grafito, acuarela, bolígrafo y acrílico.
El dinámico pintor ha tomado inspiración de diversos textos bíblicos para elaborar la composición: “Mirad el árbol de la Cruz, en el que estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo”. “Esta antigua antífona que se reza en el oficio del Viernes Santo es el hilo conductor de este cartel”, ha dicho Mena.
Igualmente, el autor ha bebido de la liturgia de la Exaltación de la Cruz, donde se lee: “Porque has puesto la salvación del género humano en el árbol de la Cruz, para que donde tuvo origen la muerte, de allí resurgiera la vida, y el que venció en un árbol, fuera en un árbol vencido por Cristo, Señor Nuestro”.
El encargo este año era especial, ha declarado el pintor, no podíamos anunciar algo que no fuera a suceder. Tampoco procedía que ninguna hermandad destacara sobre otra para respetar el orden anual que suele llevarse a cabo y que se retomará (D.M) para la Semana Santa de 2022 en la que volvamos a ver las procesiones por la calle.
Por tanto, tras descartar ideas que pudieran machacar aún más la ya agotada sensibilidad por esta situación que vivimos, Juan Miguel Martín Mena toma como protagonista la imagen del Santísimo Cristo de la Salud; Talla anónima de primeros del siglo XVII que se venera en Parroquia Mayor y más antigua Santa María la Blanca. Magnifica joya artística y devocional de la escuela granadina que salvaba los requisitos ante planteados y que con su advocación de la Salud cumplía con creces las intenciones de un cartel en tiempo de pandemias.
Precisa el autor que en su pintura revolotean entre ellos tres inquietos pajarillos que nos hablan de ser libres, de la añorada LIBERTAD. Pero nos hablan también de retomar el vuelo tras esta pausa, Nos enseñan como volver con más fuerzas que nunca a todo aquello que ahora mismo no está en nuestra mano: costumbres, sueños e ilusiones que están paradas pero que de ninguna manera han desaparecido de nuestros corazones
La cruz, destaca, Mena, aparece como árbol de vida. Un árbol que tras una dura época de sequía en la que la vida se ha debilitado a nuestro alrededor brota de nuevo gracias a unas raíces fuertes que se nutren de nuestra fe incondicional y que en esta obra busca el sustento en la fértil tierra que sirve de suelo a este pueblo.
La efigie del Señor, prosigue Martín Mena, renace lleno de esperanza recortando en el celeste cielo el blanco azahar que a pesar de todo florece cada año, detalla Martín Mena. ¡Nos habla de felicidad, de alegría y de júbilo porque en esta tierra la pasión de Cristo se vive así! Felices porque, como dijo Carlos Herrera, nosotros aquí sabemos como termina esta historia. ¡Aquí termina venciendo la vida! La Resurrección.
El pintor ha concluido su alocución dando las gracias a la Delegación de Festejos y al Consejo de Cofradías por el encargo recibido; y a todo el pueblo por la acogida.