Córdoba

La Conversión ya es hermandad

Cuando el patrimonio colectivo del Universo Cofrade se alimenta con la incorporación de una nueva Imagen Sagrada, los auténticos cofrades experimentan una mezcolanza de sensaciones a caballo entre la plenitud, la satisfacción y la gratitud que se entremezclan en el espíritu global que configuran aquellos que consideran como propia la ilusión de quienes aportan su esfuerzo, su trabajo y su creatividad para que la necesaria evolución avance por el sendero de la tradición heredada.

El pasado 5 de febrero se cumplió exactamente un año desde que Córdoba y el mundo tuvieron un nuevo motivo para congratularse por la nueva y maravillosa Imagen del Santísimo Cristo de la Oración y Caridad, titular de la que un día será la Hermandad de la Conversión, cuya impactante efigie ya forma parte de la inabarcable riqueza que un día será traspasada a las generaciones venideras. Los que tuvieron la fortuna de vivir aquel momento histórico podrán contar a sus hijos que estuvieron presentes cuando una nueva talla se mostró a la humanidad para formar parte de la esencia de nuestro tiempo.

Hace tiempo que floreció la semilla de la Fe en el corazón de Electromecánicas, un Barrio Obrero con mayúsculas, consciente de su origen y orgulloso de su presente, y su huella imperecedera se grabó con una fuerza inusitada en lo más profundo del espíritu del pueblo, el mismo que se sobrepone con el sudor de su cotidianidad, a una lucha de décadas de historia, el mismo que es capaz de encontrar en la esencia del Hijo de Dios y de su Bendita Madre, esa enseñanza infinita que se materializa en la Verdad absoluta, esa reminiscente identificación, que quienes pretenden abanderar lo que desconocen son incapaces de comprender.

El 5 de febrero de 2016, a las seis de la tarde, casi con puntualidad británica, se abrieron las puertas de la Fundación Miguel Castillejo para la presentación al universo cofrade del Cristo de la Oración y Caridad, una imagen de talla completa obra del imaginero pontanés Pedro García Velasco, que representa a un Cristo Crucificado aún vivo y con una impactante expresión en el rostro, la boca semiabierta y la mirada conmovedora, con el cuerpo perfectamente definido e inclinado hacia adelante sobre la cruz. Una imagen que fue bendecida por Monseñor Demetrio Fernández el 20 de febrero.

Aquél día  el hermano mayor puso en valor “el día que se nos mostró el primer boceto en barro, porque ahí nos dimos cuenta de que habíamos acertado con el imaginero, a pesar de no ser muy conocido, y nos dimos cuenta que habíamos acertado, porque allí delante estaba justo lo que nosotros le habíamos indicado que queríamos, a pesar de que ha tenido libertad para hacerlo a su gusto, nosotros solo le dimos unas pautas que queríamos, y las plasmó todas”.

Hace un año que el pueblo se hizo uno con Cristo en Poniente, porque Él siempre fue parte del pueblo. Este es el Milagro de la Conversión, una semilla cofrade que brota con fuerza en el espíritu colectivo de un barrio sediento de Salud y Consuelo, de Oración y de Caridad.

Apenas un mes después, la joven corporación de Electromecánicas ha vuelto a hacer historia de la mano del Pastor de la Iglesia de Córdoba, ya que hace tan sólo unos minutos, la Conversion ha hecho público a través de sus medios oficiales de información que el pasado ​6 de Marzo de 2017, D. Demetrio Fernández González, Obispo de la diócesis, aprobó los estatutos definitivos de la Hermandad y la erigió canónicamente en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario y Santa Beatriz de Silva. Ya tenemos una nueva hermandad en la ciudad  de San Rafael.