Córdoba ha vuelto a demostrar al mundo su devoción a la Santísima Virgen del Rocío. Un primer encuentro en torno a Jesús en la Santa Iglesia Catedral. Un bosque de arcos y columnas que han servido de cobijo a los Simpecados participantes.
Una multitud de devotos se han congregado para acompañar en la Sagrada Eucaristía, acompañada musicalmente por el Coro Los Peregrinos de Puente Genil, siendo ésta su última actuación.
Puntualmente la cruz parroquial ha salido por la Puerta de las Palmas para dar comienzo a la Procesión Gloriosa por las calles de la ciudad. Una procesión con numeroso público allí por donde pasaba. Especial ha sido el momento en Blanco Belmonte, donde los Simpecados han sido recibidos entre sevillanas y pétalos. Avanzaba la comitiva lentamente hasta Ángel de Saavedra para encaminarse hasta Amborsio Morales, donde esperaban las casas del Arte y el Cordobán con las características campanitas de barro.
Los Simpecados entraban con algo de retraso en la Real Iglesia de San Pablo, pero con caras de satisfacción. En un escenario esperaba el grupo onubense Cantares de Huelva para volver a cantar la sevillana del Rocío de la Fe, una sevillana cantada por todos los presentes.
Un nuevo día donde Córdoba ha sido epicentro rociero y se ha derrochado amor y devoción hacia la Patrona de Almonte.







































































































