Córdoba, Portada

La crónica | La Virgen de Belén derrocha Amor por las calles de Levante

La ciudad de Córdoba, y más concretamente el barrio de Levante, se ha convertido, esta fría tarde de diciembre, en un escenario único para una silueta inusual, pero que desde hace un año era muy esperada. La lluvia hizo una tregua para que Levante disfrutara de su Reina. Corrían las 17 horas y el latir de los corazones de los fieles y devotos se acompasaba con los sones de los músicos del Valle de los Pedroches que, al son de su pasacalles, se iban acercando a la calle Levante.

A la hora prevista se abrieron de par en par las puertas de la Parroquia para que asomase la Cruz Parroquial que abría el cortejo. Así se daba paso a un gran número de pequeños vestidos de pastores, tras ellos las representaciones de las Hermandades vinculadas a la Parroquia y a la advocación de Belén. A continuación comenzaban a salir hileras de cirios de devotos y feligreses, y de mujeres ataviadas con mantilla blanca.

En ese momento, con las puertas abiertas del local anexo de la Parroquia se podía ver la figura de Ntra. Sra. de Belén sobre el paso del Socorro con los arbóreos y candelaria encendidas. Desde el interior de la Capilla, se oyeron los tres golpes de martillo y en ese mismo instante comenzó la maniobra de salida que ponía a la Virgen de Levante en la calle. La Marcha Real demostraba que el sueño se cumplió, con la presencia de la Virgen de Belén a la luz del día. La marcha “Encarnación Coronada” dio comienzo a una emotiva petalada.

Momentos emotivos e irrepetibles fueron cada uno de los segundos que se multiplicaron en su presencia. Una presencia que fue inundando de amor cada una de las miradas que la buscaban. Escenas vividas por vez primera, pero con la ilusión que se conviertan en tradicional. Así llegó a la Avda. del Cairo a los sones de «Paz y Esperanza», y de allí hasta la calle Hermano Juan Fernández para meterse otra vez en el corazón de Levante, paseando por las tres plazas que tiene el barrio. En la puerta de la Asociación de Vecinos de Ntra. Sra. de Belén fue otro momento emotivo, dónde había un pequeño altar en honor a su Madre. De allí llegó a la Plaza que lleva su nombre dónde se vivieron momentos de emoción al cruzar los Jardines de la Plaza al son de “Coronada de Amor y “Mi Amargura”, para terminar el paso por su Plaza con otra petalada preparada por los vecinos y devotos.

Y así poco a poco, llegó de nuevo a la calle Levante con un impecable y alegre caminar, gracias al buen hacer de la cuadrilla dirigida por Rafa Cerezo, que destiló sabiduría en cada chicotá. La tarde fue convirtiéndose en noche y las vivencias fueron borrándose para convertirse en deseos materializados.

Y llegó el momento final. La Virgen llegó a su casa al son del “Ave María” de Caccini y los fuegos artificiales y otra petalada ponían colofón a un día inolvidable, la imagen volvía a entrar en el local parroquial donde desde el interior la contemplaban todos los niños que habían participado en el cortejo. Así, se ponía el broche de oro a una inolvidable jornada para la historia en la que la ciudad y el barrio de Levante fue testigo de como la Virgen de Belén derrochó amor por las calles de su barrio.