Córdoba

La crónica perdida: Así fue la histórica primera salida procesional del Soberano Poder

Las circunstancias derivadas de la terrible crisis sanitaria que padece todo el planeta, con especial intensidad en España, ha truncado la posibilidad de que la Pro-hermandad de la Quinta Angustia vuelva a hacer historia este Miércoles de Pasión ya que Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder debía haber salido hoy por primera vez a costaleros entronizado en la mesa de la Virgen del Carmen de San Cayetano en su segundo Vía Crucis, a hombros de una cuadrilla costalera mandada por Luis Miguel Carrión «Curro».

Un Vía Crucis histórico que debía haberse desarrollado por enclaves como la Plaza de Capuchinos, a donde estaba previsto que el Señor llegara desde la calle Bailío después de haber transitado por la Puerta de Osario, Chirinos, San Miguel y San Zoilo, y los Jardines de la Merced -desde la Plaza de las Doblas-, justo antes de regresar a su templo. En concreto, el itinerario previsto era: Plaza de Colón, Puerta de Osario, Manuel María de Arjona, Caño, Plaza de Chirinos, Plaza de los Carrillos, Valladares, San Miguel, San Zoilo, Conde de Torres Cabrera, Ramírez de las Casas Deza, Bailío, Plaza de Capuchinos (donde debía encontrarse con sus hermandades «hermanas de la Parroquia de San Miguel»), Plaza de las Doblas, Jardines de la Merced e Iglesia de la Merced. 

Pese a las circunstancias, nada podrá impedirnos imaginar al Señor inundándolo todo, esta misma noche, por obra y gracia de su inabarcable magnificencia, como ocurriera el Miércoles de Pasión de 2019, una jornada que ya forma parte de los anales de la corporación de la Iglesia de la Merced como el día en el que Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder procesionó por primera vez por la calles cordobesas, presidiendo un solemne Vía Crucis, ante un nutrido número de fieles, devotos y cofrades que no han querido faltar a esta cita que ya forma parte de la memoria colectiva de la ciudad de Córdoba.

El cortejo se puso en la calle con puntualidad británica a las 21 horas para avanzar con paso decidido, como ha hecho el Señor en una parihuela mandada por el contrastado capataz Luis Miguel Carrión rumbo a la Parroquia de San Miguel donde los miembros de la cofradía realizaron estación de penitencia ante el Santísimo Sacramento del Altar. Un caminar decidido, imponente y elegante que ha de ser el preámbulo sobre el que se asiente un estilo inequívoco para una imagen cuya impresionante zancada pide a gritos un andar como el desarrollado esta noche para la historia. Nuestro compañero Antonio Poyato estuvo presente para dejar testimonio a través de esta histórica crónica gráfica.