Sevilla

La cuenta de Twitter del Santo Entierro es falsa

El hermano mayor de la Hermandad anuncia "auxilio de policía telemática" si no cesa de inmediato su actividad.

Dicen que la realidad siempre supera a la ficción y así suele evidenciarse con multitud de ejemplos que confirman esta máxima. Obviamente el universo cofrade no es ajeno a esta verdad absoluta que se concreta con mayor frecuencia de lo deseado. Uno de los últimos ejemplos que confirman esta regla lo está protagonizando, muy a su pesar, una hermandad sevillana, la Hermandad del Santo Entierro, que pasa por ser la única cofradía penitencial hispalense sin presencia en la conocida red social Twitter.

En el día de ayer apareció sorpresivamente una presunta cuenta oficial de la corporación de la calle Alfonso XII. Inmediatamente los medios de comunicación y los portales de información cofrade se hicieron eco del hecho propiciando que subiera como la espuma el número de seguidores de la mencionada cuenta situándose cerca de los 600 seguidores.

Muchas han sido las hermandades que han felicitado a la corporación por su nueva cuenta de Twitter a través de las redes sociales. Sin embargo el escándalo ha estallado escasamente 24 horas después de haberse puesto en marcha la mencionada cuenta. El portal El Foro Cofrade ha anunciado apenas hace una hora que la cuenta del Santo Entierro no es oficial, tratándose de una cuenta falsa y así lo ha confirmado el hermano mayor de la Corporación sevillana, José María Font Ortiz.

Gente de Paz ha intentado contactar con la Hermandad del Sábado Santo para contrastar este extremo sin haber podido lograrlo hasta el momento. No obstante todo apunta a la completa veracidad de los hechos adelantados por El Foro Cofrade, ya que la cuenta de Twitter, tras un primer intento de desmentido, ha quedado “fuera de combate”.

Como es de sobra conocido, la usurpación a través de redes sociales es un grave delito penado por la ley. Está por ver si la Hermandad tomara medidas judiciales contra la persona o personas que han suplantado la identidad de la cofradía. Sea como fuere vuelve a confirmarse una vez más que la realidad supera con creces a la ficción.