Córdoba

La Hermandad de los Dolores se suma al encomiable proyecto Picota

Muchas son las hermandades que le dan a la obra social el lugar que corresponde, siendo auténticos baluartes de solidaridad de la Iglesia y situándose a la vanguardia de las entidades que colaboran con los más desfavorecidos. Tal es el caso de la Hermandad de los Dolores, que se ha sumado a la importantísima obra social del Proyecto Picota, desde octubre del pasado año, aportando económicamente a tan noble causa.

Este proyecto se lleva a cabo en la provincia peruana Picota, atendida espiritualmente por la Parroquia del Perpetuo Socorro, con quien se realiza dicho proyecto. Una provincia que viene a doblar el tamaño de la cordobesa, y que está compuesta por más de 100 asentamientos que cuentan con unas condiciones sociales y sanitarias muy precarias.

Amén de la falta de vocación sacerdotal en la zona, la Diócesis de Córdoba suscribió un convenio de colaboración con dicha prelatura, por la cual se comprometía a enviar permanentemente sacerdotes a la Parroquia del Socorro.

Además, un grupo de dieciocho sanitarios, entre los cuales se encuentra una hermana de la Cofradía de los Dolores, emprendieron una más que encomiable labor por la mencionada región, en la que pasaron consulta por los sitios más insospechados, atendiendo a todo aquel que lo necesitara y realizando también labores de educación sanitaria para la prevención de enfermedades infecciosas.

Así, la corporación cordobesa da testimonio de lo que supone ser parte de una hermandad con mayúsculas, dándole a la labor social la obra que merece, y vertebrándola con un sentido realmente práctico en un lugar que no está dejado de la mano de Dios, pero sí de los hombres.