Este sábado tuvo lugar la inauguración y bendición del Monumento al Sentimiento Rociero en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda en un acto que estuvo oficiado por el Obispo de Asidonia-Jerez D. José Majuelos, y sometido a la sombra del intento de boicot que quiso protagonizar la izquierda más radical capitaneada por Podemos.
Desde la presentación del proyecto en el año 2015, Podemos e IU han liderado el movimiento contra la ubicación de la escultura de una de las mayores devociones de España en base a la aconfesionalidad del Estado. Para mostrar su postura en contra, diferentes colectivos laicos así como la marca blanca de Podemos en Sanlúcar “Por Sanlúcar Si Se Puede” e Izquierda Unida convocaron una concentración en contra en 2015 -que congregó a 500 personas – e intentó convocar una manifestación, pero que no obtuvo permiso de la Delegación de Gobierno.

El amor que los sanluqueños profesan a la Virgen del Rocío pesó más que la postura en contra, ya que pese al calor imperante, la bendición del monumento congregó a cerca de 2.000 personas que siguieron el momento en las inmediaciones del Real Club Náutico de Sanlúcar. También acudieron a la bendición miembros del equipo de Gobierno con el alcalde al frente, el socialista Víctor Mora, representantes del Partido Popular y Ciudadanos, así como de las Hermandes de la provincia de Cádiz, de la Matriz de Almonte y de la Hermandad de Sanlúcar. Durante el acto actuó el Coro Rociero de la Hermandad de Sanlúcar.
Nicolás Lamparero, presidente de la Comisión Pro Monumento al Sentimiento Rociero, quiso recordar los pasos que se dieron hasta su inauguración así como que el monumento lleva cámaras de seguridad para que los rocieros puedan ser grabados y que los rostros del monumento al Sentimiento Rociero, obra del sanluqueño José Manuel Lanza Albarrán son imaginarios, ya que la devoción a la Señora de Almonte se remonta a más de 400 años.
Así pues, el pueblo con sus más de 10.000 firmas quiso apoyar la colocación de esta monumental escultura que representa su sentir frente a los que pretenden ser su voz en las instituciones usando la aconfesionalidad y que la libertad religiosa debe ser relegada a intimidad y no de forma pública.