Los que llevamos años en la música cofrade, o al menos yo, siempre intentamos tener un referente musical a la hora de intentar mejorar, ya sean solistas, marchas, compositores, o un estilo predeterminado que despierta en ti sentimientos especiales a la hora de interpretarlos.
Hace 12 años, cuando aquel Domingo de Ramos salió el Señor de las Penas de su Iglesia de Santiago con mi gente de la AM La Cena de León, no me imaginaba que mi referentes musicales fueran a cambiar tanto. Tras la magnífica procesión tras el Señor de las Penas al que tanto cariño guardo, mi “hermano” Alberto me insistió en que fuera con él y otros más a escuchar en directo una banda que, si bien ya conocía, evidentemente por la distancia no la había escuchado. Y ahí fue, en el Bailío, cuando el impresionante misterio del Gitano me sorprendió con una banda sonora detrás que hizo que se me desmontaran mitos que yo tenía. A día de hoy sigo recordando esa cuesta, como el descubrimiento de una agrupación que se convertiría en un referente para mi en cuanto a afinación, interpretación y potencia en la calle, pero con una dulzura que por entonces apenas conocía.
Yo, a día de hoy, tras haber dejado un poco de lado la interpretación de música procesional, no puedo concebir como Pasión de Linares, con su evolución, con sus marchas y con su esfuerzo y trabajo, no hizo su entrada triunfal en Sevilla hace años. Aunque el mundo cofrade sevillano en cuanto a lo musical a veces es muy cerrado – incluyendo componentes y directores de bandas – e incluso estoy de acuerdo en que en Sevilla hay bandas muy grandes y de un grandisimo nivel, la cuestión es: si hay bandas mejores fuera, ¿por qué no se les va a contratar? ¿Por no llevar la palabra Sevilla en su banderín? Si desde una hermandad queremos lo mejor, lo traemos, y, sin duda, la revolución de Pasión de Linares ha llegado para quedarse, por mucho que le cueste entenderlo a algunos que pensaban que su nombre sería eterno pero que, aunque siguen siendo referentes, hoy no están en tan alto nivel como el que se empieza a buscar en la capital hispalense.
Entiendo que la decisión de la Hermandad del Carmen haya caído como un jarro de agua fría en la histórica y gran Agrupación Virgen de los Reyes, pero si la junta de gobierno de la corporación presenció la entrada del Señor de la Hermandad de Santa Genoveva con esas marchas enlazadas, es normal que tomaran esa decisión. Un deleite para los oídos que en Sevilla realmente pocas veces se puede vivir.
Yo, no me imagino ya una carrera oficial sin escuchar Pasión de Linares, igual que para mí es un deleite ver cada “Campana” de cualquier hermandad con la AM Redención, los Lunes Santo y los Miércoles Santo, las “Campanas” que más visitas recibirán serán con la revolución jienense.
Felicidades Pasión, por todos los años de esfuerzo, por todos los años de gusto y carácter propio y sello en sus marchas como las de López Gándara, Torres Simón o Nicolás Barbero, pues ahora se ven recompensadas con el reconocimiento, que aunque ya lo tenía por todos o casi todos los músicos cofrades y muchas hermandades que confían en sus sones año tras año, ha conseguido calar en el corazón de la capital de Andalucía.