El traslado se produciría en esta fecha si la hermandad obtiene el beneplácito de las autoridades competentes, teniendo en cuenta la evolución de la pandemia en la que nos hallamos inmersos
El pasado 19 de enero, los hermanos de la Soledad, reunidos en Cabildo de carácter Extraordinario, adoptaron una decisión que marcará, sin ningún género de duda, el devenir histórico de la corporación cordobesa, toda vez que otorgaron su anuencia a la propuesta de cambio de sede canónica de la hermandad. Una decisión que marca un hito en la historia de la cofradía franciscana que rinde culto a la bellísima dolorosa que gubiase el insigne imaginero, recientemente desaparecido, Luis Álvarez Duarte.
La idea que barajaba la junta de gobierno de la corporación, tal y como adelantamos el pasado 25 de febrero en Gente de Paz, es que el 12 de septiembre se produzca el traslado -tras la celebración de una misa de despedida que se celebrará el día previo– si obtiene el beneplácito de las autoridades competentes, un extremo que no es sencillo teniendo en cuenta la evolución de la pandemia en la que nos hallamos inmersos, y hacerlo -si se obtiene la mencionada autorización- de manera extraordinaria acompañada de la banda de música Tubamirum de Cañete de las Torres según han confirmado a Gente de Paz fuentes de la corporación del Viernes Santo. Cabe recordar al respecto que la hermandad pretende realizar obras para modificar las dimensiones de la puerta de acceso al templo, una gestión ya iniciada y que deberá materializarse a corto plazo.
La junta de gobierno se decantó por esta fecha pese a que llegó a barajarse la del 8 de septiembre, fecha en la que se celebra la festividad de la Virgen de Guadalupe, advocación a la que está dedicada la nueva sede canónica de la hermandad y patrona de Extremadura. Precisamente el día de esta comunidad autónoma se celebra el 8 de septiembre, un día con un especial significado también en la ciudad de Córdoba, toda vez que se celebra la festividad de la Virgen de la Fuensanta, por lo que algunos entendían que era una ocasión propicia para fundir ambas advocaciones en un día extremadamente señalado. Sin embargo, la junta de gobierno terminó eligiendo el día 12 que este año cae en sábado.
La posibilidad de que la dolorosa franciscana camine acompañada de banda de música es una opción defendida por ciertos sectores de la hermandad desde hace años, como ya adelantamos en octubre de 2018. Es una visión defendida por un grupo de hermanos que incluso estarían planteando la posibilidad de materializar sus sueños conformando una futura candidatura para presidir la Corporación franciscana. Ya apuntábamos entonces que lejos de ser una entelequia alguno de estos hermanos había llegado incluso a sondear la posibilidad de que una conocida banda de música cordobesa pudiese algún día poner el contrapunto musical el Viernes Santo detrás de la Virgen de la Soledad. Una posibilidad explorada que, de momento, no es más que eso, una intención, toda vez que requeriría una serie de cambios esenciales en la configuración y la fisionomía de la propia cofradía cordobesa que no parece factible realizar a corto plazo ya que requeriría modificar las reglas de la hermandad.
Sea como fuere la propuesta del equipo de gobierno, que dirige Francisco López Enríquez, aprobada por la asamblea de hermanos estriba en abandonar la parroquia de Santiago, sede canónica de esta corporación desde 1976, donde llegó tras una fugaz estancia en San Miguel, templo al que estuvo adscrita tras ser fundada en 1975 por parte de un grupo de hermanos procedente de la hermandad de la Paz y Esperanza, y trasladarse a la Parroquia de Santa María de Guadalupe, situada en la zona de Levante, en concreto en la Avenida 28 de febrero.
Esta propuesta cumple con la idea barajada por muchos cofrades cordobeses (como Guillermo Rodríguez, director de Gente de Paz, que propuso en 2014 precisamente está solución para la Soledad) que entienden conveniente que la corporación busque acomodo en un templo distinto a Santiago en el que la Hermandad de Las Penas tiene una profunda raigambre. No conviene olvidar que, si bien el incendio de Santiago de 1979, provocó que la hermandad se trasladase a Santa Cruz, luego a San Pedro y posteriormente de nuevo a Santa Cruz, realizando su salida procesional desde estos otros enclaves -llegando a salir de Santa Isabel-, su sede siempre fue Santiago.
Cabe destacar que la Parroquia de Guadalupe se encuentra anexa al Colegio Franciscanos -cuyo nombre coincide con el de la parroquia y con cuya tradicional procesión infantil colabora la cofradía desde siempre-, por lo que la vinculación con la esencia de la Hermandad del Viernes Santo resulta más que evidente. El único hándicap aparente al nuevo enclave, la distancia respecto al casco histórico, no parece demasiado relevante, ya que apenas un kilómetro separa al templo de los Jardines del Alpargate, lugar al que se accedería de manera directa por la Avenida de Rabanales. En cambio, su pertenencia al Barrio de Sagunto y, en concreto, la cercanía de zonas populosas de la ciudad como el eje La Viñuela-Jesús Rescatado o avenidas como El Cairo y Carlos III, podría propiciar sustanciosas ventajas, desde el punto del vista social para una hermandad que siempre ha adolecido de tener un cortejo reducido.
Por otro lado, el ejemplo de otras corporaciones como la Estrella o la Cena, que emigraron en su momento para crecer a barrios como Poniente o la Huerta de la Reina, así como el hecho de trasladar su sede a un templo vinculado a un centro educativo, con el potencial que de ello deriva, podrá ser un excelente punto de partida y un nuevo impulso para la Hermandad de la Soledad.