Las semanas inmediatamente anteriores a la llegada del periodo estival suele ser tradicionalmente una época propicia para que se multipliquen las informaciones que dan buena cuenta de nuevas contrataciones o renovaciones que ligan a las distintas corporaciones que conforman el universo cofrade con las formaciones musicales elegidas para acompañar a sus benditos titulares bajo la luna de Nisan. Una máxima que ni tan siquiera la peculiar época que nos ha tocado vivir a consecuencia de la incidencia de la pandemia provocada por el coronavirus covid-19 ha podido refutar.
Es el caso de la Hermandad de la Vera-Cruz de Gelves que ha alcanzado un acuerdo con la Agrupación Musical Ecijana, Amueci, para que la excelente formación musical sevillana acompañe a Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad en su salidad procesional el próximo Viernes de Dolores en lo que supone una clara apuesta por una de las formaciones musicales señeras de la provincia de Sevilla y de todo el universo cofrade, lo que garantiza el éxito incontestable.
Conviene recordar que en mayo de 2020 el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, firmaba el decreto de erección de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad. La nueva hermandad tiene su sede canónica en la Parroquia de Santa María de Gracia, su director espiritual es el sacerdote José Manuel Guisasola, y hace estación de penitencia el Viernes de Dolores.
A comienzos de la década de 1980 se plantea la recuperación de la Hermandad de Penitencia existente en Gelves, por entonces desaparecida. Este movimiento pro-Hermandad posibilitó la adquisición de la imagen de la Virgen de los Dolores en 1981, si bien no es hasta el año 2000 cuando se constituye la Agrupación Parroquial.
La talla del Cristo de la Vera Cruz presenta unas características que permiten situarla en el contexto de la imaginería barroca sevillana, coincidiendo con el periodo de esplendor que adquirió Gelves durante el siglo XVII. Es una obra escultórica de bulto redondo con hueco interno en el torso, realizada en madera, concretamente cedrela, y policromada al óleo. Se sabe que está advocada a la antigua cofradía del mismo nombre de la cual hay constancia en el templo parroquial desde 1544. Fue restaurado por el IAPH en 2015.
Por su parte, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad es obra del imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque, realizada en 1981, aunque la primera salida procesional no se realizaría hasta el año 2001. Se trata de una iconografía clásica de dolorosa, que sigue el esquema escultórico habitual de “imagen de vestir”, es decir que tiene talladas las manos y la cabeza, siendo el resto del cuerpo un armazón que permite poner a la imagen mantos y otros vestidos para sus cultos y salidas procesionales.