Sevilla

La Virgen del Pilar visitará el Convento del Buen Suceso

El próximo 20 de Mayo la Virgen del Pilar visitará el Convento del Buen Suceso en su tradicional rosario de la aurora. Tras la Solemne Eucaristía regresara a su parroquia donde estará expuesta en Solemne Besamanos. La hermandad de la Virgen del Pilar, con sede canónica en la parroquia de San Pedro, realizará en la mañana del domingo 20 de Mayo, el rezo del santo rosario matutino por las calles de la feligresía, estando presido por la imagen lefítica, portada en andas. Cabe recordar que cada año, la Virgen del Pilar visita un convento de la feligresía. El pasado 2017 visitó el Convento de las Hermanas de la Cruz.

La Virgen del Pilar es una imagen de candelero, fechable entre 1741 y 1748. Mide 1,15 incluyendo la nube de querubes que le sirve como trono. En la mano izquierda porta un subyugante Niño Jesús, de la misma época y estilo. Todo ello va sobre columna metálica sujeta por gallardos ángeles mancebos, de gran valentía y ritmo compositivo. En la base figuran Santiago arrodillado y dos Varones Apostólicos dormidos. El conjunto, pues, supone un delicioso “misterio iconográfico”, que escenifica la aparición de la Virgen al Evangelizador de España. Se atribuye a la escuela de Benito de Hita y Castillo.

Procesiona sobre un paso neogótico, con talla realizada por José Mª López Pavón y su carpintería en los talleres de Pedro Fernández Leal. Lleva candelabros de forja, que se mueven acompasadamente, y una emblemática bandera nacional terciada en su frontis. Es de bastante mérito la coronita de la Virgen, con aureola de las más antiguas (quizá seiscentista) y canasto posterior, plenamente barroco, de muy fina y esmerada ejecución. También la coronita del Niño, donada por el célebre platero aragonés Alexandre y valorada entonces en 120 reales de vellón. El óvalo pictórico del simpecado y el bordado del manto.

Además de su salida anual que se realiza cada 12 de octubre día de su onomástica, acompañada por la Banda de Música de Las Cigarreras, la Virgen sale en rosario de la aurora cada año para llevar a la Virgen del Pilar a las monjas, un momento que tiene como curiosidad el canto que estas dedican a la Virgen. Tras la guerra la imagen ha acudido hasta tres veces a la catedral en ocasiones extraordinarias. El 29 Diciembre 1939, para presidir en la capilla mayor un triduo conmemorativo del 1 Enero 1940, XIX centenario de la Venida de la Virgen a Zaragoza; en Octubre del mismo año 40, por el primer congreso mariano diocesano (magna procesión de veinte pasos); y en Noviembre de 1946, por el patronato de la Virgen de los Reyes (a cuya ceremonia también acudieron las del Amparo, Todos Santos, Amargura, Valle y Macarena). Por contraste luego pasó unos doce años sin procesionar, revitalizándose a partir de 1979.