Sevilla

Las insólitas imágenes de San Gonzalo saliendo de la O, la mañana del Jueves Santo

La historia de la Semana Santa alberga en sus entrañas numerosas anécdotas, a veces almacenadas en algún rincón perdido de la memoria atesorada de quienes las vivieron, más o menos difuminados con el inexorable paso del tiempo, y en muchas otras ocasiones, siendo desconocidas por aquellos cuyo recuerdo comenzó a fraguarse mucho después de que ocurrieran. 

Afortunadamente, la tecnología permite que lleguen a nuestras manos algunas de estas escenas como las imágenes que protagonizan este recuerdo y que muestran a los titulares de la Hermandad de San Gonzalo, Nuestro Padre Jesús en su Soberano Poder ante Caifás y a Nuestra Señora de la Salud, saliendo de la parroquia de la O un Jueves Santo por la mañana. Fotografías que automáticamente generan curiosidad por lo insólitas que se antojan pero que tienen una explicación derivada de lo que ocurrió apenas tres días antes. 

El Lunes Santo de 1976, 12 de abril, la siempre inoportuna lluvia quiso hacer acto de presencia para destrozar las ilusiones que miles de cofrades habían puesto en esta jornada maravillosa de la Semana Santa de Sevilla como atestigua la portada de ABC del día siguiente, Martes Santo, que mostraba a nazarenos y público, buena parte de sus integrantes bajo paraguas, sufriendo lo sucedido. 

El rotativo sevillano explicaba que la lluvia, intensa y pertinaz, impidió la normalidad en las salidas procesionales de las cofradías del Lunes Santo, y que solamente la Hermandad de Santa Marta hizo estación en la Catedral llevando al Cristo de la Caridad en parihuelas. Curiosamente aquél año fue cuando realizó su primera salida procesional, a hombros de una cuadrilla de hermanos costaleros, la talla completa de Nuestro Padre Jesús en Su Soberano Poder, obra de Luis Ortega Bru, acompañándole una nueva figura de Caifás también del mismo imaginero.

La consecuencia de todo aquello fue que la Corporación del Barrio León hubo de guarecerse la coqueta parroquia de la calle Castilla donde permaneció hasta que el Jueves Santo por la mañana pudo regresar a su parroquia propiciando escenas históricas insólitas que hoy forman parte de la memoria colectiva de la Sevilla cofrade.