La organización pide al Ayuntamiento de Sevilla que revise las medidas adoptadas para el cierre temprano de los establecimientos de hostelería y restauración.
Al mismo tiempo, solicita que se controle la colocación de sillitas en lugares sensibles al tránsito que dificulten el libre movimiento y puedan causar problemas de seguridad.
Como ya anticipó en abril del pasado año, y, a la vista de lo vivido durante la Semana Santa de 2022, y especialmente en la madrugada del Viernes Santo, la Delegación de Andalucía de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) muestra su disconformidad con las medidas adoptadas para el cierre temprano de los establecimientos de hostelería y restauración, su cierre total durante la mentada Madrugada en buena parte del Centro Histórico.
Las medidas, sin duda tributarias de la dificultad para diagnosticar y atajar los incidentes producidos en la Madrugada en los últimos años, se han revelado como excesivas, contraproducentes en muchos sentidos e incluso ineficaces para evitar el problema del consumo de alcohol en grupos de jóvenes que traían sus packs adquiridos en otros lugares o, incluso, en otro tipo de establecimientos que burlan las prohibiciones municipales.
Más allá del daño a la actividad económica de los sectores afectados, hay que reflexionar sobre lo que supone para sevillanos y visitantes el verse privados de estos servicios en horas en las que hay numerosas cofradías en la calle, resultando imposible tomar un refrigerio o entrar en un servicio, convirtiendo en urinarios públicos cualquiera de los rincones de las calles, algo muy evidente en la madrugada del Viernes Santo.
Desde OCU se puede entender la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en los establecimientos de hostelería en las horas más sensibles de la Madrugada, así como el consumo en la calle, con las medidas de seguridad acordada, pero no puede compartir que el casco histórico quede desprovisto de servicios públicos fundamentales para un cómodo disfrute de las procesiones por la ciudadanía.
Es por ello que OCU insta a profundizar en el diálogo entre los sectores afectados, incluidos los consumidores -que han sido obviados en este debate-, para buscar fórmulas alternativas que permitan compaginar seguridad y calidad de servicio a la ciudadanía.
Así mismo, desde la Delegación en Sevilla de la organización se hace un llamamiento a extremar la actuación sobre las sillitas plegables en lugares sensibles, elemento que se ha han convertido en auténticos problemas de seguridad, tanto en cuanto a los movimientos de masas que se ven peligrosamente obstaculizados por las mismas, como en cuanto a su facilidad para dar soporte a “botellones” callejeros en las largas esperas de los cortejos procesionales.