La imagen gubiada en madera de cedro representa a la perfección la iconografía de la Virgen Dolorosa
El prolífico imaginero Rafael Martín Hernández ha vuelto a contener el aliento de los seguidores de su espléndida obra con la última talla nacida de su talento y profesionalidad.
La escultura, que representa fabulosamente la crudeza y la desolación de la Virgen Dolorosa, mide 168 centímetros y está realizada en madera de cedro.
El propio autor expone a Gente de Paz que esta dolorosa -que ha sido gubiada en 2021 sin la mediación de encargo- es fruto de una inspiración revisionista, basada en fórmulas estéticas decimonónicas, renovadas a través del estilo y los códigos realistas, propios de su autor.
Por una parte, afirma Martín Hernández, vemos en su rostro el gesto de sufrimiento íntimo y contenido que prevalece como principal recurso expresivo, en consonancia con una plástica romántica de herencia clásica, en la que la sublimación del dolor evita la descomposición de su delicado semblante.
Al mismo tiempo, tanto los matices pictóricos de la encarnadura, en la que los ojos pintados sobre la madera se pierden en una mirada de dolor interiorizado; como la inflamación palpebral, propia de unos ojos agotados por el llanto, son recursos realistas que sirven para renovar una fórmulas de tiempos pasados, armonizada según los valores estéticos de la contemporaneidad.
De esa forma, dice el magnífico escultor, se le dota a la imagen de sentido y originalidad, huyendo de una recreación fidedigna de estilos antiguos. de Rafael Martín Hernández.
Junto a esta interesantísima descripción, cabe destacar que esta nueva dolorosa está ataviada de forma impecable por Antonio Sanabria.
Por su parte, los encajes y joyas que porta la Virgen son de “Encajes de época”, que comanda Francisco Ruiz Muñoz.
Además, luce corona preciosa dorada del Taller de Orfebrería Castilleja.
Vemos en definitiva una portentosa obra escultórica con gran unción Sagrada y belleza artística, recreándose con maestría el sufrimiento de la Madre del Señor.
Rafael Martín Hernández vuelve a superarse dejando sin palabras a los admiradores de su trabajo, que deja paulatinamente auténticas maravillas como la que pueden admirar en la siguiente galería.