En 1990, el grupo de sevillanas Los Marismeños, sacaron la sevillana «La verdad es como es». Si es verdad, que está dedicada al pueblo de Almonte, como único guardián del legado de la Romería del Rocío y su forma y privilegio de ser cuidador de la procesión. No obstante, es tan significativo el estribillo que es extrapolable a cualquier ámbito de nuestra vida.
«Y una cosa hay que saber
la verdad siempre es verdad
la verdad es como es
y sigue siendo verdad
por muchas vueltas que dé».
Siempre he dicho que con la verdad se va a todas partes. Nunca he tenido miedo de ir a ningún lado o «enfrentarme» a alguien, en el buen sentido de la palabra, por ir diciendo la verdad. Hay que decir que, en muchas ocasiones, la verdad puede entenderse de forma diferente según la perspectiva, pero ahí entra la empatía, la capacidad de saber escuchar al otro. Sólo así, en esas ocasiones, se puede llegar a la verdad. Nadie tiene la verdad absoluta.
En demasiadas ocasiones, en nuestra vida, para alcanzar un objetivo, se miente. Y no siempre el fin justifica los medios. Y no lo es porque cuando se acusa sin pruebas a personas, es delito. Al menos así lo entiendo yo. Pero todo pasó. Casi dos décadas hacen, no que se cierre la herida, pero sí que se haga callo y, ¿por qué no decirlo? Pases del tema. Pero como dice el estribillo de las sevillanas de Los Marismeños, por muchas vueltas que se dé, la verdad es como es. Y al final, siempre sale a luz. Y no es que salga a la luz, es que se demuestra la maldad de aquellos que injurian, de aquellos que, por un momento de gloria, olvidan el significado de verdad.
Hoy estamos aquí, mañana no. Nadie es imprescindible. Pero no es de recibo que por no estar ahora y por el alto egocentrismo, termines con un trabajo que ha llevado su tiempo y se acabe perdiendo. Ahí se demuestra la clase de persona, pero bueno…, la sevillana lo dice, la verdad siempre es verdad. Y ha salido a la luz. Ya todo el mundo conoce a las personas. Ni el bueno es tan bueno, ni el malo tan malo.
Es verdad que no se han reparado las mentiras de antaño, se hicieron públicas y ahí se quedaron. Y ahí se van a quedar porque el tiempo ha demostrado que son mentira. Pero…, la verdad de ahora…, siempre va a quedar, porque la verdad sólo tiene un camino. El camino de la luz.