Apenas un mes después de que se hiciese público el último informe del Gobierno reconociendo que la inmatriculación de la Mezquita-Catedral se realizó conforme a ley, un grupo, residual e insignificante, vinculado a la extrema izquierda más rancia y radical del país, que se hace llamar, para vergüenza de los andaluces normales, “Nación andaluza” ha convocado una concentración este domingo, a las 12 de la mañana, a las puertas del palacio episcopal con la intención de protestar contra la legítima propiedad de la Mezquita Catedral e instar a su expolio hurtándosela a los católicos.
Un llamamiento que, más allá del patético y vergonzoso fracaso cosechado -las imágenes son explícitas en este sentido-, evidencia el nulo respeto de la extrema izquierda a la ley y a los reiterados pronunciamientos emitidos por los tribunales y su conocida pretensión de lograr sus objetivos por la fuerza, despreciando la legislación vigente y la democracia, puesta de manifiesto en múltiples ocasiones a lo largo de la historia.

La concentración contaba, como no podía ser de otro modo, con el apoyo explícito de otros grupúsculos circunscritos a la extrema izquierda y permanentemente posicionados contra todo lo que huela a incienso, como Córdoba Laica (en las imágenes se observa con claridad a uno de sus promotores) y otros que, absolutamente alejados de su origen cultural -si Jaime Lonig levantase la cabeza…-, el Círculo Juan XXIII, son perfectamente conocidos en la ciudad de Córdoba por las actividades lúdico festivas que desarrollan que nada tienen que ver con el ámbito cultural -solo hay que pasar por la caseta que con su nombre ensucia cada año, en el más amplio sentido de la palabra, la Feria de Nuestra Señora de la Salud-. Apoyos explícitos que vuelven a demostrar lo que siempre decimos: que se trata siempre del mismo perro con distinto collar.
Para poner en contexto a estos sujetos, conviene recordar algunos de los ultimos posicionamientos públicos de este grupo que ensucia con una repugnante estrella roja la bandera de Andalucía: la defensa del condenado antidemócrata Pablo Hasél y el apoyo continuado al ala más radical y violenta de ya de por sí violento independentismo catalán, la CUP, además del insulto frecuente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado acusándolos de ejercer “violencia policial”.
Recordemos que el Cabildo Catedral emitió tras el informe del Gobierno un comunicado considerando una buena noticia el reconocimiento de que el Cabildo en todo momento actuó conforme a la ley al inmatricular la Mezquita-Catedral, subrayando que el documento presentado en Consejo de Ministros señala respecto a los bienes inmatriculados por la Iglesia que “no puede afirmarse que los bienes o derechos reales inscritos a favor de la Iglesia carecieran de título material de adquisición”. Por ello, el Cabildo confía en que por el bien de la Mezquita-Catedral de Córdoba se ponga fin a todos los ataques y polémicas que se han venido produciendo contra el templo en los últimos años.
Desde hace varios años el Cabildo viene reiterando que el templo es propiedad de la Iglesia desde 1236, algo que ya había sido reconocido por diferentes estamentos a nivel nacional e internacional. En este sentido cabe recordar, por ejemplo, que:
• El juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba reconoció en junio de 2015 que la Mezquita-Catedral de Córdoba es propiedad de la Iglesia desde 1236, y desde entonces, ha sido poseída por la Iglesia Católica de manera pública, pacífica e ininterrumpida.
• En esa misma línea se pronunció en 2014 la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda que señaló en un informe que la Mezquita Catedral de Córdoba nunca ha pertenecido al Estado y ha sido propiedad de la Iglesia católica desde 1236.
• Un informe de la asesoría legal del propio Ayuntamiento de Córdoba en 2016 estableció que la Mezquita-Catedral nunca había formado parte del inventario de bienes del Ayuntamiento de Córdoba.
Respecto a la figura jurídica de la inmatriculación, el Cabildo quiere aclarar que hasta 1998, la legislación española no permitía inscribir en el Registro de la Propiedad ningún templo católico abierto al culto público. Se daba por hecho la titularidad por parte de la Iglesia de todas sus posesiones, pero no se le permitía su inmatriculación, es decir, registrar la titularidad de una propiedad que ya poseía. En ese sentido, la inmatriculación no supone un cambio de propiedad o una compra, sino simplemente inscribirlo en el Registro. Por tanto, la inmatriculación del templo, producida en 2006, consistió en dar publicidad a la titularidad de una propiedad que ya se poseía, en este caso desde 1236.
Por otra parte, el Cabildo Catedral quiere recordar que es una institución comprometida con la transparencia y que desde hace varios años viene publicando las cuentas de la institución en el portal de transparencia. Además, es una institución abierta a la colaboración con las instituciones en materia turística y cultural para el impulso de distintas actividades que repercuta en el bien de la sociedad cordobesa. A esto hay que añadir toda la labor de ayuda a los más desfavorecidos que realiza el Cabildo.