Córdoba

Vuelven a agredir la estatua de Gómez Aguilar

Hay noticias que no por repetidas dejan de ser abominables, en tanto en cuanto son la evidencia de la sociedad en la que nos hallamos, repleta de sujetos que carecen del más mínimo respeto por sus conciudadanos y por los sentimientos, creencias y opiniones de aquellos con los que les separa un abismo.

Esta noche ha vuelto a ocurrir y ya comienzan a ser incontables las agresiones sufridas por parte del busto que se erige bajo el cielo de Córdoba en memoria de uno de sus personajes más queridos, el añorado párroco de la Trinidad Antonio Gómez Aguilar que, periódicamente, es objeto de la ira irracional de individual cuyo concepto de democracia se reduce a la nada.

En esta ocasión ha sido un insulto despreciable, con anterioridad hubo otros, e incluso la rotura de parte de la efigie. Todo vale con tal de menospreciar una figura esencial en el movimiento ciudadano de la ciudad de Córdoba cuyo legado permanece inalterable, por más que se afanen en el insulto repugnante los mismos de siempre. 

Cabe recordar que el monumento al fundador de la Obra Pía y gran dinamizador de las cofradías de la ciudad en una época crucial, se realizó bajo el auspicio de donaciones populares y que, como tantas otras que pueblan la ciudad y no sufren ataques, no hace sino reflejar una parte de la rica historia de la misma.

Con diversos  ataques dirigidos hacia la efigie y a la Iglesia de la que fuera párroco, todo parece indicar que, desgraciadamente, este capítulo no será el último, a no ser que se instaure algún tipo de medida de vigilancia en torno a la misma, tal y como se viene reclamando desde hace años, sin que hasta el momento, el ayuntamiento haya dado paso alguno al respecto.