Portada, Sevilla

Abnegación y Cruz conquista a Sevilla con su prodigioso misterio

Las imágenes secundarias tienen un espléndido diálogo artístico que aporta fuerza a la escena

la Asociación Cultural cofrade Abnegación y Cruz ha presentado la noche de hoy las imágenes secundarias de su paso de misterio. El acto se ha celebrado en el centro cultural convento del Corpus Christi de la localidad sevillana del Viso del Alcor, contando con numerosos asistentes que no han querido perderse el estreno.

Nuevas Imágenes del misterio, obra de Ramón Martín. Fotos: Abnegación y Cruz.

El conjunto ha sido ejecutado por el imaginero Ramón Martín, quien demuestra su talento y creatividad en cada una de estas obras escultóricas. Abnegación y fe ve cumplido un sueño con estas tallas que completan el pasaje que protagoniza el Cristo de la Abnegación, y que supone la conmemoración del 30 aniversario de la asociación. Las nuevas figuras pasearán por Sevilla el próximo sábado 2 de abril en la procesión con el Señor por las calles de la feligresía.

El pasaje de Nuestro Padre Jesús de la Abnegación está formado por seis figuras secundarias: Romano: tira y sostiene a Jesús atado. Centurión: ordena al esclavo dar la Cruz a Jesús. Esclavo: alza la Cruz para dársela a Jesús. Sanedrita. Pilatos. Claudia Prócula.

La escena central tiene lugar a la salida de la Casa Pilatos. Jesús ha sido condenado a morir crucificado, una vez fue azotado y coronado. Podemos ver a un romano que abre camino y marca el recorrido al Señor mientras tira de Él. Detrás del Señor vemos un centurión que ordena al sayón a tomar la Cruz para entregarla a Jesús. La escena viene acompañada por un sanedrita, que observa que se lleva a cabo la condena.

La otra escena la encontramos en la trasera, concretamente en la Casa de Pilatos. El mismo Pilatos, que no encuentra delito alguno, ordena que muera crucificado mientras se lava las manos. Puede apreciarse su pie en un primer escalón, con la intención de retirarse a sus estancias en busca de tranquilidad.

Por último, encontramos a Claudia Prócula llorando rota de dolor a sabiendas de que se había condenado a un inocente.”Viendo Pilatos que nada conseguía, sino que se movía mayor clamor, pidió agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: ¡Inocente soy de la sangre de este justo! Vosotros veréis.

Respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Entonces soltó a Barrabás, y, haciendo azotar a Jesús, se lo entregó para que lo crucificaran” (Mateos 27. 24-25-26).