El Rocío

Así es el diseño de Fernando Prini para la futura carreta de la Hermandad del Rocío de Torremolinos

La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Torremolinos presentó a sus hermanos la futura carreta que servirá de altar efímero a su Simpecado en el camino.. El diseño ha sido realizado por Fernando Prini Betés. Se trata de una obra de estilo neobarroco, con seis columnas de fuste salomónico y capiteles corintios que sustentan el techo de esquinas ochavadas.  

Mantiene en su planta unas curvas cóncavo convexas que aportan un ritmo inusual al conjunto. Se trata de una bóveda de cañón, suavizada en sus laterales, decorada en su interior con cuarterones, molduras, relieves y estrellas. La cornisa exterior del techo mantiene las mismas líneas que el interior del techo y sobre la misma aparecen, sentados, las figuras de seis querubines, retozones, que sujetan sendos atributos relativos a la figura de María y que aparecen a su vez en las Letanias Lauretanas del Santo Rosario: espejo de justicia, estrella de la mañana, torre de marfil, puerta del cielo, torre de David y casa de oro.

En frontal se ven dos amplias volutas y en la trasera una cartela con decoración vegetal en la que aparece una gran testa de un querubín barroco a modo de mascarón. De la cornisa cuelgan, a su vez, unos relieves de traza barroca, guirnaldas de tipo vegetal movibles y campanillas que aportarán su alegre sonido cuando la carreta esté en movimiento.

El cajón será rectangular y recorte sinuoso en su parte inferior, para albergar los ejes de las ruedas y el tiro de los bueyes. Las esquinas sobresalen con ingletes, acogiendo éstas sendos relieves con frutas. En el frontal dos volutas y, en la trasera, acoge a San Miguel, patrón de la localidad de la Costa del Sol y a la Virgen del Carmen, Titular de su sede canónica en La Carihuela.Cuatro arbontantes con cinco tulipas y cuatro jarras de flores completan el conjunto de decoracio de esta carreta.Un sueño al que los hermanos han dado luz verde con la mirada puesta en el momento que pueda pisar esas benditas arenas y postrarse ante la Patrona Almonteña.