El imaginero Adrián Valverde acaba de asistir a la bendición de su última obra, que ha sido realizada para una devoción particular de Linares, Jaén. Se trata de una imagen de Cristo cautivo, representado en el momento de su Prendimiento en el huerto de los olivos. Es un talla realizada íntegramente en madera de cedro a tamaño natural, de 187cm con peana incluida.
Valverde ha creado una obra de cuerpo semi-anatomizado, concebida para ser vestida y con acabados de policromía al óleo, rica en tonalidades a base de veladuras y transparencias, finalizadas con diferentes pátinas consiguiendo un rostro sereno y dulce de tez agitanada.
Una imagen con cabellera morena cargada de «caracolillos» tallados minuciosamente, pestañas postizas en los párpados superiores de sus ojos verde olivo de los cuales brotan dos lágrimas por el dolor y la agonía que se hace presente en la hematidrosis de su frente.