La iglesia conventual del Santo Ángel, conocida popularmente como Capuchinos es el escenario que ha acogido la presentación de la última obra pictórica del artista sevillano César Ramírez, elegido por la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Paz y Esperanza para ilustrar su próximo Miércoles Santo. Una elección que auguraba un éxito incontestable a tenor de la conmoción y el aplauso unánime que desprende cada uno de sus lienzos, como así ha sido, toda vez que el cuadro anunciador de Ramírez ha sido recibido con gran satisfacción por parte de los hermanos asistentes en la celebración.
“Una obra hecha desde el sentimiento, con la Paciencia de la espera de un corazón roto que aguarda la Paz serena de un abrazo ya olvidado y deseado”, ha manifestado el propio artista que ha explicado que “impregnado de estos pensamientos se plantea la idea de este cartel, un grito del anticipo de un deseo de lo que ha de venir…”.
Técnicamente se trata de un óleo sobre lienzo de 100x65cms con una composición vertical donde tanto las figuras que conforman el abrazo como la figura de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia poseen sus propios ámbitos de respeto en una superposición temática que viene a crear una atmosfera de profundidad.
En el cromatismo de la obra predomina el blanco de la túnica del Señor y el azul de las figuras abrazadas, padre e hijo fundidos en un abrazo puro, un abrazo sin mancha, un abrazo sin mácula, un abrazo inmaculado bajo la mirada del Hijo de Dios.
Manos de un hijo devoto del Señor, que se aferran fuertemente a un padre ya vencido por el tiempo y vidas pérdidas, pero no vencido en su Fe y que dirige su mirada a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia en un dialogo oculto y a la vez lleno de Esperanza en un tiempo mejor…
El formato compositivo se muestra flanqueado por unas leyendas en cascada para acentuar el dinamismo propio del lenguaje del mundo virtual que refleja y en el que tanto estamos interactuando en estos tiempos complicados.
“Todo lo anterior no tendría sentido sin la divinidad que se derrama desde Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, puntos de luz vibrantes que desde la PAZ de las potencias caen y bendicen un abrazo inmaculado y eterno, porque sólo la pureza divina puede bendecir la pureza terrenal“, ha explicado César Ramírez, que ha vuelto a emocionar con una nueva joya al alcance de Córdoba por obra y gracia de su inagotable creatividad.

César Ramírez Martínez, figura esencial del actual panorama de la ilustración religiosa, nació en Sevilla en 1970. Con apenas 10 años ingresa en la extinta Academia de Dibujo y Pintura de Luis Pajuelo y Luis Montes, donde se preparaban los exámenes de acceso a la Facultad de Bellas Artes.
De esta forma se inició primero en la técnica del carboncillo y posteriormente en la pintura al óleo participando en exposiciones colectivas y realizando numerosos encargos particulares. Ya en la etapa universitaria realizó sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla.
Durante el estudio de la carrera y años posteriores, sus esfuerzos artísticos y académicos se dedicaron principalmente en la Arquitectura, hasta que el reconocido Taller de Pintura y Restauración de Manuel Antonio Ruiz-Berdejo le abre sus puertas. Retoma entonces con fuerza la pintura y se centra en la realización de retratos, pintura cofrade y paisajes urbanos, así como distintos carteles de hermandades de penitencia, como la Magna Mariana de Écija en 2015 o la Semana Santa de Sevilla en 2016.
En 2018 se convierte en el ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento hispalense con su diseño para la portada de la Feria de Abril, año en que también realiza el cartel del Cautivo de Málaga, de la Exposición “Grande de León, 25 aniversario profesional” de Sevilla y del 75 aniversario de la hechura del Santísimo Cristo de las Aguas. Además, recientemente ha ilustrado la Romería de 2019 de la Hermandad del Rocío de Triana, habiendo sido igualmente encargado de elaborar el cartel de la Magna Exposición de Córdoba de 2019.