En el día en que la cristiandad celebra la Natividad de la Virgen María, dos enclaves netamente marianos de la ciudad de Córdoba acogen dos tradicionales besamanos, protagonizados por una dolorosa, Nuestra Señora de la Piedad, y una imagen letífica, Nuestra Señora del Socorro.
El Santuario de María Auxiliadora y la Ermita del Socorro, centros neurálgicos esenciales de la religiosidad popular de los cordobeses que han peregrinado para rendir pleitesía a la Madre de Dios. Como ha hecho nuestro Antonio Poyato, cronista gráfico de otra mañana para el recuerdo.