La Junta de Gobierno de la Hermandad del Buen Suceso, que preside José Antonio Fernández, continúa dando pasos firmes consolidando el crecimiento experimentado por la corporación de San Andrés en las últimos años. Un exitoso camino, materializado en un incuestionable incremento patrimonial, tanto en lo que hace referencia a los logros cosechados como en lo que respecta a los proyectos en marcha, que da buena cuenta del extraordinario trabajo llevado a cabo por los hermanos que tienen la responsabilidad de regir los destinos de la Hermandad.
Un camino cuajado de actos de culto, que perpetuan los hitos conseguidos en las últimas décadas, y en el que florecen nuevas fechas que añadir al calendario de acontecimientos a tener en cuenta por los hermanos de la cofradía del Martes Santo. Es el caso de la veneración en honor a Nuestra Señora de los Dolores, que tendrá lugar el próximo Viernes de Dolores, 31 de marzo, entre los muros de la iglesia de San Andrés.
La imagen que hoy día pasa desapercibida en el imponente misterio del Buen Suceso, es aparte de San Andrés y del titular Cristífero, la talla de más valor artístico e histórico de la Hermandad del Buen Suceso. Desde la Fundación de la Hermandad, se la conoció bajo la advocación de Nuestra Señora de la Caridad en sus Dolores.
De autor anónimo, la talla podría fecharse en el siglo XVII. Antes de recalar en San Andrés, estuvo en una capilla del convento de Minimos, pasando de ahí a la ermita de la Alegría. Desde ahí prosiguió su peregrinar hasta recalar a San Nicolás de la Villa desde donde llegó a su actual emplazamiento. Fue restaurada por González Jurado en el año 2003.