Opinión, Sevilla

El capirote | El futuro congreso

Todavía falta más de año y medio para que Sevilla acoja el II Congreso Internacional de Hermandades y Religiosidad Popular. Será en diciembre de 2024, debido a la coincidencia con el Sínodo, que se desdoblará en dos sesiones, una del 4 al 29 de octubre de este año y la segunda en el mismo mes de 2024.

Nadie se habría percatado del Sínodo ni de su extensión si no se llevase a cabo el congreso en Sevilla del que ya no se aborda su repercusión ni los frutos que se recogerán. Directamente vamos a por la traca final, que será la procesión que se realice en medio de luces navideñas y calles llenas hasta la bandera. Teniendo lugar en diciembre habrá que ir buscando alternativas. Por ahora tan solo se sabe que estarán presentes las siete comisiones que se hallan inmersas en la preparación de esta cita como son Liturgia, Comunicación, Infraestructura, Actos Culturales, Economía, Obra Social y Teológica-Académica.

Dado que después de Semana Santa la información cofradiera es un erial, a excepción del Rocío y el Corpus y alguna que otra gloria que tenga tirón, empiezan a pulular ideas de lo más variopintas. Teniendo en cuenta que el lema será «Caminando en Esperanza» lo más probable sería pensar en una magna procesión con la salida de las dos Esperanzas. Pero, ¿dónde quedarían las demás? ¿Dónde estaría el límite? ¿Habría posibilidad de incluirlas a todas? ¿Una magna de palios con alguna gloria?

Las opciones son tan diversas que podría uno enumerar una consecución de planes que todavía no se han puesto sobre la mesa, pero que no dejan de ser trending topic en los mentideros cofrades que atestan la ciudad. Hay quienes apuestan por un mayor número de imágenes, y dentro de aquí quienes reducen el cerco a las devociones del 18 de diciembre. Otras teorías pasan por recordar que en 1999 se coronó a la Estrella y que en el próximo podría hacerse con otra dolorosa del Rocío, cuya advocación es mundialmente conocida. Pero, ¿y si se redujera a dos? Aquí, aquellos que quieren algo histórico lo tienen claro: el Gran Poder y la Macarena.