La histórica pieza se ha recuperado para el paso del Corpus Cristi
La Hermandad del Cerro del Águila ha presentado los antiguos respiraderos del paso de la Virgen de los Dolores tras su restauración.
El remozado de este histórico elemento patrimonial ha corrido a cargo del taller de Jorge Anillo Rodrigo; mientras que las nuevas cartelas son obra del artista Manuel Mazuecos García.
La corporación del Martes Santo explica que estos respiraderos de madera dorada fueron recuperados por la corporación en 2015, tras muchos años de uso en sus procesiones de gloria por la querida Hermandad de Nuestra Señora de la Candelaria Madre de Dios. Así, ya desde su adquisición, y teniendo en cuenta el delicado estado de conservación que presentaban, era objetivo de la Junta de Gobierno realizar en ellos la intervención necesaria para garantizar su conservación en el futuro de la forma más correcta posible, como una parte importante de nuestro más antiguo patrimonio procesional.
Pero fue el pasado año de 2019, precisa la hermandad, cuando la Junta de Gobierno acordó encargar al citado taller la realización de diversas catas de limpieza para analizar la posibilidad de recuperar su primitiva fisonomía, concluyéndose tras este análisis que no conservaban la policromía original, aunque sí pudo descubrirse que la terminación primitiva se había realizado en un dorado con oro imitación aunque realizado con la técnica de dorado al agua, para posteriormente ser bruñido.
Con esta conclusión y el patrón de ejecución extraído de estas catas de limpieza, detalla el comunicado de la cofradía, se realizaron los trabajos de conservación y restauración del soporte de madera, además de la realización de un refuerzo para garantizar su estabilidad en el futuro, acordando además la Junta de Gobierno que, dado su especial valor y significado para la corporación, fuesen utilizados a partir de ahora en el paso en el que procesiona el Santísimo Sacramento en nuestra anual procesión del Corpus Christi por las calles del barrio.
En lo que respecta a la terminación de la madera, para recuperar su aspecto original, similar al que debieron lucir en sus primeros años, se ha llevado a cabo en el taller de Jorge Anillo su dorado con técnica al agua y oro metal, posteriormente patinado de forma correcta para matizar ligeramente el brillo de la lámina metálica y conferirle un aspecto apropiado a su futuro uso en el paso de nuestra procesión eucarística. Con tal motivo, y tras el estudio de un programa iconográfico apropiado al mismo llevado a cabo por el hermano de la cofradía Juan Manuel Bermúdez, se han diseñado y realizado sus cuatro cartelas por el también hermano Manuel Mazuecos, con la técnica de estofado al temple “al huevo” sobre superficie dorada con oro de ley de 23 ¾ doble grosor.
De un gran valor sentimental para la Hermandad, la talla de estos respiraderos fue realizada en los primeros años de su historia, obra de José Montero Rodríguez, en cuyo taller de carpintería religiosa y dorado de la calle Aníbal González fueron ejecutados a mediados de la década de los cuarenta del siglo pasado. Formaron así parte del primitivo paso en el que procesionó la Santísima Virgen de los Dolores, tanto la primera dolorosa titular de la corporación como la actual, que con ellos realizó sus procesiones en septiembre por el barrio hasta 1979. Tras su venta a la Hermandad de Nuestra Señora de la Candelaria Madre de Dios, del vecino barrio del mismo nombre, y con algunas modificaciones realizadas en las cartelas y esquinas, fueron utilizados en la procesión anual de su Titular letífica hasta el año 2014.