El dorado del paso del Cristo de las Cinco Llagas muestra nuevos avances

Progresa adecuadamente el proceso de dorado del paso del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas que continúa su proceso en el el taller de Hermanos González. La Semana Santa pasada, como todos pudimos observar, había concluido este proceso en el canasto y los candelabros del mismo. Para este año está previsto que se estrene el dorado de la parte trasera y delantera de los respiraderos, además de las esquinas. Las cartelas que se disponen en el centro de la composición tienen forman ovalada muestran el escudo actual de la corporación y el de la Sacramental de Santa Lucía, haciendo de esta forma, relación a la historia de la hermandad.

La Semana Santa de 2012 se estrenó el actual paso sobre el que procesiona el Santísimo Cristo de las Cinco Llagas. Tanto su diseño, como la carpintería y la talla pertenecen a la labor del taller de Hermanos Caballero. El dorado del mismo es obra del taller de los Hermanos González.

En la Semana Santa de 2015 y teniendo en cuenta que este misterio ha tenido varias disposiciones durante el siglo XX y XXI, la hermandad opto por distribuirlas mejor en el espacio retrasando el cajillo del Cristo 45 cm, permitiendo así abrir la composición, triangulando la colocación de las imágenes de las Marías, Mª Magdalena que vuelve a la delantera, La Virgen y San Juan”. De esta forma, las tres Marías sostienen La Sábana como elemento visual del paso y significativo del Descendimiento que es lo que representa el paso. María Magdalena conserva en su mano derecha el Cáliz como símbolo de la Sangre de Cristo y con la izquierda sostiene otro pico de la sábana.

Este paso sustituyó al anterior paso procesional de este Misterio que fue estrenado en 1934. Lo había comenzado a tallar José Gallego pero, ante las dificultades económicas para afrontar su terminación, fue trasladado a la casa del mayordomo Enrique Cortes Miura, quién se encargó de la finalización de la talla. Al parecer contó con el asesoramiento y ayuda del tallista José Gil, a quien tradicionalmente se le ha atribuido, y de Ricardo Pardal. El dorado de este paso lo realizó el dorador Joaquín González Ávila. En 1941 Rafael Fernández del Toro talló los candelabros de guardabrisas que fueron dorados por José Campos. En 1971 el paso fue restaurado por Antonio Martín Fernández quien sustituyó los antiguos respiraderos por otros de nueva factura. Estos nuevos respiraderos fueron dorados por Herrera y Feria un año después.