Recién pasada la Semana Santa hace ya un mes y poco, el actual mes de mayo está siendo un no parar en el ámbito cofrade en nuestra geografía andaluza.
Todos sabíamos o imaginábamos que en el momento que se pudieran realizar procesiones, todos disfrutaríamos como niños pequeños, las hermandades saldrían a darlo todo, las bandas casi no cesarían sus ensayos y sus actuaciones. Y así ha sido todo. En este mes de mayo estamos pudiendo ver pasitos de cruces de mayo, salidas extraordinarias, actos extraordinarios también, conciertos, certámenes, etcétera. Por ver, hemos podido hasta comprobar el uso que se le pueden dar a las redes sociales para hablar de Semana Santa hasta altas horas. Además, en este mes primaveral, se van confirmando distintas procesiones magnas en diferentes ciudades andaluzas, los primeros acompañamientos y las hermandades que participarán. Y, ¿sabéis qué? Creo que nos lo hemos merecido. El cofrade ha tenido un comportamiento ejemplar. ¿Que hemos salido más fuertes? También es verdad. ¿Que hemos cambiado? Eso ya creo que no, al revés. Creo que hemos retrocedido en el tiempo creando debates absurdos que no ayudan a nada ni a nadie y no aportan lo más mínimo a nuestra Semana Santa.
La cuestión es, ¿seguiremos este ritmo en verano, o echaremos el freno? Está bien eso de tener ganas para salir, pero ¿dónde ponemos el límite para volver a la verdadera normalidad?
Mientras tanto, hay que seguir disfrutando, pero como consejo, no hay que saturarse, solo disfrutar.